Alza en precios y desaceleración complicarán la labor de Banxico (El Financiero 11/08/10) Marcela Ojeda Castilla Miércoles, 11 de agosto de 2010 Se podría perder lo ganado en control de la inflación. Preocupa el aumento en gasolinas, productos agropecuarios y granos. Se mantendrán las tasas hasta mayo de 2011, subirlas pegaría al PIB.
· Peligran logros en control inflacionario
México podría perder lo ganado en el control de la inflación durante los últimos años, ante el doble reto que sufrirá el banco central en los próximos meses: por un lado, presiones inflacionarias y, por el otro, desaceleración económica en Estados Unidos. El Banco de México (Banxico) tiene ante sí una inusual incertidumbre que le complicará tomar decisiones frente a presiones potenciales en los precios de los commodities, que contrarrestarían el descenso inflacionario de los primeros siete meses, considerando la estimación en la caída de la producción de trigo en Rusia. "Si la producción de granos cae mucho más, los incrementos de precios pueden ser muy importantes y complicar el escenario de inflación del próximo año", alertó Raúl Feliz, profesor-investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). En entrevista con EL FINANCIERO, precisó que tomando en cuenta este factor, la inflación de 2010 podría cerrar en alrededor de 4.40 por ciento. "Pero si viniera una crisis de precios de los granos, el escenario se complicaría para 2011 y de un estimado de 3.70, podría subirse hasta 4.60 por ciento, como ocurrió en 2005." Arturo Vieyra, analista de Banamex, dijo que otras presiones serán el continuo aumento en las gasolinas y el rebote de los precios agropecuarios, porque su caída en el primer semestre será insostenible. "También preocupa que la inflación de servicios aún es alta y no parece que vaya a bajar en el corto plazo", apuntó. Aclaró que aunque a esto se sumarán las presiones por el alza de los commodities, en particular del trigo, la inflación sí crecerá, pero por debajo de la proyección del Banxico. Tibio y desatinado Al respecto, el presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Jonathan Heath, indicó que el Banxico no sólo se vio medio "tibio" al dejar intacta su proyección hacia delante, sino que ha sido de lo más desatinado. "Dijeron que en el segundo trimestre la inflación subiría, y por mucho fue todo lo contrario, que en el tercer trimestre aumentará no más de 5.25, cuando todo el sector privado no lo tiene ni siquiera en 4.0. Sus proyecciones de corto plazo para los siguientes dos trimestres eran atinadas, pero han perdido credibilidad. "Y al no cambiar su estimación hacia adelante, están diciendo que medio no saben y prefirieron dejar la trayectoria alta, para que al final se vea que la inflación fue más baja", comentó Heath Constable. Segundo frente Sobre el segundo reto que el Banxico enfrentará en los próximos meses, los especialistas dijeron que dado que la recuperación en EU ha perdido fuerza, no se descarta que pudiera caer en una nueva recesión, lo que impactaría a nuestra economía, por el fuerte vínculo que mantiene con la de aquel país. En el primer trimestre de 2010, el PIB estadounidense creció 3.7 por ciento y en el segundo trimestre se desaceleró a 2.4, con expectativas de que este menor dinamismo continúe durante la segunda mitad de 2010. "Estamos en una inusual incertidumbre, donde si EU cayera en una nueva recesión, la Fed no movería sus tasas, sino hasta 2012, y posiblemente México también las movería ya hacia finales de ese año", indicó Raúl Feliz. Los especialistas coincidieron en que ante las presiones inflacionarias y la desaceleración económica, el Banxico mantendría su tasa de referencia en 4.5 por ciento hasta mayo de 2011. Feliz subrayó que se debe tener muy claro que en virtud de que la complicación sobre la inflación se debe a un choque de oferta en todo el mundo, los bancos centrales no deberán intervenir, porque ello complicaría más la situación. "Esto se debe a factores que no tienen nada que ver con la demanda interna ni externa. Es un típico choque de oferta en un momento donde la demanda a nivel global es muy débil, y en ninguna circunstancia el Banxico tendría que apretar su política monetaria para tratar de contrarrestar los efectos. "Si los bancos centrales respondieran subiendo las tasas, la situación del crecimiento del mundo se volvería peor."
|