Negociarán industriales la desgravación arancelaria (El Financiero 29/04/11) Isabel Becerril Viernes, 29 de abril de 2011 •En riesgo, 16 sectores productivos: Salomón Presburger.
· INDUSTRIALES PIDEN FRENO A DESGRAVACIÓN
Los industriales negociarán con la Secretaría de Economía (SE) el freno a la desgravación arancelaria sector por sector, adelantó Salomón Presburger Slovik. El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) dijo que son 16 las ramas que están preocupadas por la eliminación de aranceles a países con los que México no tiene tratado comercial. Algunas actividades agobiadas por esa política arancelaria son textil, juguetes, acero, electrodomésticos, eléctrica y calzado. El dirigente de la cúpula industrial advirtió que el aparato productivo no está en condiciones de "soportar" el programa de baja de aranceles, porque de 2008 a la fecha no ha ganado competitividad y registra elevados costos, que entonces no se tenían, como los de la inseguridad y tarifas de luz. Además, la desregulación no ha sido suficiente en los estados de la República. Para Salomón Presburger, la SE y la industria aún están a tiempo de negociar, porque la desgravación arancelaria, que inició en 2009, culminará a finales de 2012. Con base en este programa de la SE se reducirán diez mil 905 fracciones que componen el sector de productos fabriles. En 2008 la dependencia implantó un proceso de desgravación arancelaria de manera unilateral con terceras naciones, con las cuales no se tienen tratados comerciales. Bajo la óptica oficial, la reducción de aranceles del ramo industrial permitirá la competitividad del sector productivo en México. Sin apoyos En 2010 más de tres mil 500 fracciones ya contaban con cero arancel, y con las alcanzadas en 2009 y las que ya tenían esa tasa suman más de seis mil 600, con lo cual la SE cree que los empresarios podrán tener acceso a insumos más económicos. Presburger reprochó que la SE todavía sostiene que esta política permitirá a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) adquirir insumos a precios competitivos, y no dejara esa opción sólo en manos de las grandes firmas que pueden hacer acuerdos con proveedores internacionales. Dijo que la realidad ha sido otra, pues la baja de aranceles ha incentivado las importaciones y provocado la desindustrialización del país. Muchos países tienen programas de apoyo u otorgan subsidios directamente a sectores industriales específicos, proceso que no se da en nuestro país y que ayudaría a diversas actividades a competir. La política arancelaria tiene que ser un instrumento de adaptación a la situación económica imperante en el ámbito interno y global, y sobre todo debe ser un medio para alcanzar el beneficio económico. Debe impulsar la economía popular, como es la generación y conservación de empleos y la posibilidad de impulsar el desarrollo nacional en su conjunto.
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