AL brilla en medio de la penumbra mundial (El Financiero 20/03/12) Marcela Ojeda Castilla Martes, 20 de marzo de 2012 Éste es un momento excepcional para la región: Eyzaguirre. "Poco mejores", las perspectivas de crecimiento. FMI: entorno aún riesgoso para la economía global.
· AMÉRICA LATINA BRILLA EN LA PENUMBRA GLOBAL
En medio de la penumbra mundial, América Latina brilla bajo un telón de fondo favorable pero aún riesgoso, ya que si no se cumplen ciertas condiciones, la frágil economía global podría descarrilarse, advirtió el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Nicolás Eyzaguirre. Enfatizó que si bien las perspectivas de crecimiento económico para Latinoamérica y el Caribe son un poco mejores a 3.5 por ciento previsto en enero, existen algunos riesgos por los que la región no se pueda dar por satisfecha. "Hay tres supuestos clave, sobre todo para las perspectivas a corto plazo: que Europa toma las medidas que aún faltan por resolver la crisis; que la política fiscal de Estados Unidos encuentra el equilibrio adecuado, y que las tensiones geopolíticas se mantienen contenidas. "Si alguno de estos supuestos no se cumpliera, los riesgos que conlleva podrían descarrilar la frágil recuperación global y desatar la volatilidad en los mercados financieros mundiales", apuntó Eyzaguirre en el blog del organismo financiero internacional "Diálogo a fondo". Agregó que para América Latina, esto podría significar una caída de los precios de las materias primas; una menor demanda de productos de exportación, y condiciones financieras menos favorables. "Es decir, una combinación tóxica para el crecimiento." Enfatizó que un shock petrolero no sólo comprimiría la demanda mundial, sino que también asestaría un golpe a los precios de los metales y los alimentos, exportaciones clave para la región. Anotó que entre las medidas que hacen falta en Europa para ayudar a superar la crisis están reforzar el fire wall (cortafuegos) en torno a los países más vulnerables y romper la cadena de interacciones adversas entre los riesgos soberanos y financieros. Dijo que en Estados Unidos su política fiscal debe encontrar el equilibrio entre la estabilidad a mediano plazo y el respaldo a corto plazo a la actividad; mientras en el ámbito geopolítico, las tensiones deberán seguir contenidas para evitar un alza drástica y prolongada de los precios del petróleo. Prudencia El especialista sugirió que frente a estas perspectivas y riesgos, las autoridades de América Latina deberían tomar medidas como las siguientes: Continuar utilizando la política monetaria como primera línea de defensa frente a los riesgos, "pero únicamente en los casos en que los marcos son creíbles y la inflación está bien anclada", y mantener la flexibilidad cambiaria, que es "un amortiguador de probada eficacia". Apuntó que también deben seguir reconstituyendo las defensas fiscales para que la deuda pública regrese a los niveles previos al colapso de Lehman; que se debería evitar un estímulo fiscal prematuro, y cambiar de rumbo, pero sólo si los riesgos extremos se llegaran a materializar. Anotó que las políticas macroprudenciales deben seguir como una herramienta más, sin reemplazar la aplicación de políticas macroeconómicas sólidas, y usarse para impedir la acumulación de vulnerabilidades en el sector financiero. Sugirió que si las condiciones empeoran pueden servir para evitar presiones de financiamiento o liquidez, y consideró que además se requiere afianzar más la supervisión financiera, subsanando las brechas de información para impedir que se formen burbujas en los mercados de crédito internos. Para países que aplican políticas fiscales y macroprudenciales adecuadas, pero que aun así enfrentan una excesiva afluencia de capitales, señaló que una opción siguen siendo las medidas de gestión de los flujos de capital. "Más allá de estos detalles, debemos reconocer que este es un momento excepcional para nuestra región, que ha dado muestras de su capacidad de resistencia en dos crisis graves: la de Lehman y la de la zona del euro. "De hecho, los inversionistas han recompensado a los países latinoamericanos por su trayectoria de buena conducción de la política económica haciendo llover dinero en sus mercados, empujando al alza los tipos de cambio y, en algunos casos, creando riesgos de sobrecalentamiento", agregó Eyzaguirre.
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