La banca mexicana en tiempos de crisis (El Financiero 05/11/09) Ricardo Delfín Jueves, 5 de noviembre de 2009 ZONA KPMG. Toda crisis financiera pone a prueba la solidez de las empresas. Sin embargo, esto es aún más crítico cuando se trata de empresas que desempeñan un papel clave en la economía de un mercado maduro o uno en vías de desarrollo. Prueba de esto fue la crisis de finales del siglo pasado, cuando no sólo el mercado mexicano se encontraba en pleno desarrollo, sino que puso en evidencia la fragilidad del sistema financiero nacional. ¿Existe el riesgo de que el sistema financiero mexicano presente indicios de debilidades? Creo que tanto el sistema financiero como los reguladores han hecho un buen trabajo en asegurarse de que la banca en México se encuentre en niveles de capitalización récord. Es requerimiento mundial -y la regulación mexicana no es la excepción- que por cada cien pesos que preste la banca, ocho como mínimo deben provenir de capital propio. El resto podrá venir de diversas fuentes, como pueden ser préstamos, emisiones, depósitos de ahorradores, etcétera. En México se ha incluido un sistema de alerta temprana cuando los niveles de capitalización son menores a 10 por ciento. Según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, al primer semestre del año, los índices de capitalización de la banca en México, en su mayoría, se encuentran por arriba de 13 por ciento, y en las seis principales instituciones financieras en el país se encuentran entre 12.85 y 17.57 por ciento. Lo más importante es que no se vislumbran necesidades de requerir rescates bancarios como en crisis anteriores, por lo que se puede decir que contamos con mucha solidez en la banca mexicana. Diferencias con 1995 ¿Qué ha diferenciado la actual crisis de la anterior cuando el sistema financiero mexicano vivió los momentos más críticos en su historia? Básicamente se han presentado los siguientes factores: -Una disciplina monetaria y económica más estrecha por parte del gobierno, lo que ha mantenido los índices macroeconómicos estables. -La disminución de las tasas de referencia. Los incrementos abismales en las tasas de referencia en la crisis de 1995 generaron que los créditos simplemente se tornaran impagables. -Una regulación más estricta y cercana. -Mayor diversificación en las canastas de inversión del sistema financiero mexicano. Sin embargo, existen retos y oportunidades para la banca en México, entre las que se encuentran los siguientes: -Degradación al riesgo país. Seguimos en un proceso donde no vemos las reformas estructurales que se requieren para fomentar y promover la inversión. Mientras que en otros países latinoamericanos observamos un liderazgo en la recepción de esta inversión, en México no se ven avances. -Regulación de precios. Existen personajes en la vida nacional que han usado a la banca como su bandera política, principalmente criticando las comisiones bancarias. No es de sorprenderse que esto continúe y, por lo tanto, veamos intentos de regular los precios de la banca, lo que puede incluir tratar de limitar las tasas de interés. -Índices de morosidad. Éste es uno de los principales retos que está enfrentando la banca en México. Los índices de morosidad en las tarjetas de crédito son críticos, pues factores como una sobreoferta de tarjetas de crédito y una baja cultura financiera en la población se conjuntaron. Creo que aun cuando ya se vio lo "más fuerte de la película" en el tema de las tarjetas de crédito, aún no se ha visto el final. Existen otros portafolios que presentan presiones como la hipotecaria, donde los niveles de desempleo en el país pueden comenzar a dar dolores de cabeza. Si bien es cierto que algunos créditos hipotecarios cuentan con seguros de desempleo, los mismos duran sólo seis meses y parece que la crisis actual está generando mayores periodos de desempleo. Evidentemente se muestran retos importantes para la banca en México. Sin embargo, la principal oportunidad que se les presentará a los bancos es que desempeñarán un papel clave en la recuperación de la crisis económica. A diferencia de otras crisis, se ha logrado sobrevivir y se ha adicionado al aprendizaje de los usuarios del sistema financiero, por lo tanto existen altas posibilidades de que los clientes de la banca sean más cautelosos después de las lecciones aprendidas, lo que puede implicar una mejor calidad en los usuarios del sistema financiero. Los bancos que logren generar modelos que permitan la reactivación, no sólo del consumo sino de la industria en general, lograrán mejorar el entorno actual y saldrán mucho más fortalecidos.
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