Subsidios energéticos promedian 202.4 mil mdp anuales (El Financiero 01/03/10) (Esther Arzate) Lunes, 1 de marzo de 2010 Quiere Sener esquemas tarifarios que reflejen costos de oportunidad. De 2005 a 2009 el gobierno federal otorgó subsidios al precio de los energéticos promedio anual por 200 mil 400 millones de pesos, por lo que la Secretaría de Energía (Sener) pretende instrumentar, de manera gradual, esquemas tarifarios que reflejen costos de oportunidad de todos los energéticos y otorgar apoyos focalizados a la población de escasos recursos. En la Estrategia Nacional de Energía (ENE) que la Sener envió el viernes pasado al Senado de la República para su discusión y ratificación, la dependencia indica que los subsidios a los energéticos representan montos significativos y desincentivan el consumo eficiente. Detalla que del total de apoyos, el 63 por ciento se concentra en la electricidad, 31 por ciento en la gasolina y el diesel, y el resto en gas licuado de petróleo (LP), pero en 2008 los subsidios alcanzaron un máximo histórico de 392 mil millones de pesos. El monto en electricidad representa una diferencia de 29 por ciento entre la tarifa cobrada y el costo contable, lo que significa un alto costo, por lo que pretende focalizar los subsidios para proteger y beneficiar sólo a la población de escasos recursos. Los subsidios a la electricidad han mostrado una tendencia creciente, alcanzando un máximo de 149 mil millones de pesos en 2008 y se concentran en el sector agrícola y doméstico, desincentivando el consumo y producción eficiente del flujo. Por lo tanto, la Sener se compromete a transparentar los componentes del precio de los energéticos, diferenciando precios al productor, impuestos y subsidios. Se compromete también a fomentar el aprovechamiento sustentable de la energía en todos los sectores como alternativa al desarrollo de capacidad de producción y suministro de energéticos, así como a diseñar programas de difusión para acelerar la adopción de tecnologías eficientes y mejores prácticas. También fija como meta establecer programas de apoyo a la población de escasos recursos para adoptar tecnologías eficientes, aprovechar tecnologías de punta para administrar la demanda eléctrica (redes y medidores inteligentes) e impulsar, de manera gradual, esquemas de precios y tarifas que reflejen señales económicas para el uso eficiente de los energéticos.
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