México no es inmune a la "guerra cambiaria" (El Financiero 20/10/10) Jeanette Leyva Reus Miércoles, 20 de octubre de 2010 Puede moderarse el crecimiento: IMEF. China, protagonista central de la batalla. Inconveniente, tener un "superpeso": Musi.
Gustavo Rodarte. (Foto: Braulio Tenorio) La "guerra cambiaria" entre las principales economías del mundo podría afectar a México, al reducir la expectativa de crecimiento de 4 a 3.6 por ciento, si China continúa con la negativa de apreciar el yuan. Según el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), el problema originado por la crisis reciente, en la que el protagonista principal es China -que promueve sus exportaciones y desincentiva las importaciones, manipulando el tipo de cambio, subvaluando su moneda y sin disposición alguna para apreciarla-, ha hecho surgir la duda de que el peso podría influir para que el crecimiento en 2011 sea menor a las estimaciones. Gustavo Rodarte, presidente del IMEF, consideró que es una realidad que China tiene al resto del mundo en una encrucijada; no sólo eso, sino que continúa avanzando en su camino a convertirse en la primera economía internacional sin tener -al menos aparentemente- una gran preocupación por los países o regiones del orbe entero, a los cuales pisotea en su propósito. Juan Musi, presidente del Comité de Intermediación Financiera y Bursátil del IMEF, explicó que a México no le conviene entrar en un círculo de tener un "superpeso" o a Brasil un real apreciado, porque el encarecimiento de las monedas hace a los países menos competitivos. Los constantes anuncios de recompras de bonos por parte de la Reserva Federal han puesto las tasas en niveles históricamente bajos; el IMEF refirió que el bono a diez años, que abrió 2010 por arriba de 4 por ciento, podría situarse por debajo de 2 por ciento. "Definitivamente, lo más importante es que Estados Unidos tiene la línea clara de evaluar su moneda; en noviembre emitirá la recompra de bonos, eso bajaría aún más las tasas a niveles ridículos y originaría la migración de recursos hacia otras monedas", señaló Musi. El problema es China, ya que se le ha pedido revalúe su moneda entre 15 o 20 por ciento y lo ha hecho en máximo 5 por ciento, dijo. "Si China efectivamente revalúa su moneda y nos permite ganar un poco más del mercado que perdimos, entonces nuestra expectativa de crecimiento podría ser hasta de 4 por ciento. "Creo que el hecho de tener un peso demasiado caro o fuerte no nos permitiría recuperar esa parte de mercado que perdimos y el crecimiento se reduciría hasta 3.6 por ciento, en eso repercutiría." Todos pierden La expectativa para el peso es que fluctúe en torno a los 12 y hasta 12.70 unidades por dólar, y de ser recibida de forma positiva en los mercados la recompra de bonos estadounidenses, esto podría hacer que se reciban mayores flujos financieros en el país. En opinión de Musi, en el corto plazo se prevé un peso fuerte y apreciado, incluso por debajo de los 12.35 en que se ha ubicado en la actualidad. Para Rodarte de la Serna, de seguir avanzando la "guerra cambiaria" todos los países perderán sin duda, ya que "nadie quiere que su moneda se aprecie. El dólar, el euro, el yuan y el yen son los protagonistas; sin embargo, hay otros países como Brasil y México que tampoco quieren `supermonedas´". Mencionó que esta guerra ha sido un factor determinante para mantener el oro sumamente apreciado. Urge que la liquidez, que es mucha, se enfoque a inversión productiva, se ponga a trabajar en mercados de valores, provoque fusiones y adquisiciones, y emigre de los refugios de renta fija tradicionales. La consecuencia de esto debe repercutir en creación de empleos y crecimiento de las economías. El déficit de creación de empleos mundial es enorme y se debe acortar lo más pronto posible, concluyó el IMEF.
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