Recuperación en Europa, reto a largo plazo (El Financiero 20/01/11) (Viridiana Mendoza Escamilla) Jueves, 20 de enero de 2011 Los mercados se mantienen al pendiente de la posible ampliación del fondo de rescate de la Unión Europea. Sin embargo, la recuperación de la dinámica económica y los niveles de competitividad en la región serán un reto a largo plazo. En un comentario especial, Gabriel Holand, director de la consultoría HR Global y catedrático de la Universidad de Palermo en Buenos Aires, explica que la economía europea reúne hoy todas las condiciones para ir de mal en peor. Esta tendencia, indica, se acentuará en tanto sigan las soluciones de corto plazo, que traerán consecuencias sólo reversibles en el muy largo plazo. "Es de esperar que en los mercados las cosas no se colapsen; el Banco Central Europeo (BCE) está atento a proveer toda la liquidez necesaria para evitar cualquier `corrida´ o `ataque´ especulativo fuerte de corto plazo. "Pero, en un horizonte más amplio, a la economía real le costará mucho recuperarse ante los planes de ajuste fiscal vigentes." De acuerdo con el analista, la estrategia de recuperación auspiciada por el BCE se acerca con mayor firmeza a proteger los intereses de Alemania y Francia que a proveer herramientas para que las economías más débiles de la alianza puedan fortalecerse y superar sus más graves problemas, entre ellos el endeudamiento público. "La oferta de salvataje financiero parcial representa una costosa compra de tiempo con cargo en la cuenta de los ciudadanos. La expectativa positiva que sustenta los préstamos de dinero condicionados a ajustes fiscales radica en la teórica esperanza de que países como Grecia o Irlanda logren recuperar un grado tal de competitividad económica que permita el retorno del bienestar a su gente." En opinión de Holand, los dirigentes europeos consideran que la única forma de mejorar el balance fiscal y pagar sus deudas sería mediante un aumento de la productividad. Es decir, fabricar más barato o mediante la baja "real" de precios que aumente el poder de compra interna de los salarios. El problema para la estrategia radica en que desde los noventa países como Grecia, Irlanda, Portugal o España perdieron buena parte de su competitividad.
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