PESA apoya a comunidades de alta marginación (El Financiero 17/10/11) (Héctor A. Chávez Maya) Lunes, 17 de octubre de 2011 Con un presupuesto de dos mil 550 millones de pesos en 2011, el Proyecto Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) aplicado en los estados de México, Puebla e Hidalgo, ha llevado a comunidades de alta y muy alta marginación a tener acceso a alimentos, disponer de agua potable y generar un comercio local, a través de la venta de sus excedentes, aseguró la Secretaría de Agricultura. En sólo cuatro años el PESA ha representado un cambio total en la forma de vida de más de un millón 880 mil personas, con acciones de asistencia técnica para la producción primaria, que les permiten salir del círculo de pobreza y desarrollarse productivamente en sus propias comunidades, así como desistir de migrar. La aplicación del programa comprende etapas para lograr un hogar saludable, alcanzar la seguridad alimentaria y producción excedentaria de alimentos para la generación de ingresos. Sobre los impactos del programa desarrollado por el gobierno federal y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), integrantes del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (Cedrssa) de la Cámara de Diputados reconocieron la labor de las instituciones que impulsan el PESA y aseguraron que el modelo es un acierto debido a que atiende a las poblaciones de alta y muy alta marginación del país mediante el impulso al desarrollo de capacidades. Impulso Durante el seminario "Prospectiva del sector rural 2030-2050", investigadores y legisladores coincidieron en que el proyecto es una herramienta de desarrollo e impulso para las comunidades del país. Resaltaron que el PESA, cuyo presupuesto aprobado para este año es de dos mil 550 millones de pesos, es un instrumento cuya aplicación debe ser continua, ya que en pocos años ha demostrado elevar la calidad de vida de habitantes del medio rural. La experiencia e impacto que ha alcanzado México en PESA es un modelo perfectamente exportable, al grado que la misma FAO recomendó replicarlo en otras partes del mundo. El PESA inició en México en 2003, pero fue durante la presente administración que el Congreso de la Unión destinó una importante suma (más de 500 millones de pesos) para su ejecución.
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