Políticas industriales, clave para el desarrollo productivo (El Financiero 16/11/11) Isabel Becerril Miércoles, 16 de noviembre de 2011 Urge replantear el papel del Estado: Raúl Gutiérrez. Los industriales mexicanos hacen un llamado a los empresarios latinoamericanos a reconsiderar y reformular la inserción externa y de transformación productiva de la región. También pidieron el replanteamiento del papel a desempeñar por el Estado en el contexto de las alianzas público-privadas, que son estratégicas para cualquier país. Al tomar posesión de la presidencia de la Asociación Latinoamericana del Acero, en Río de Janeiro, Brasil, Raúl Gutiérrez Muguerza asentó que es evidente que la mayoría de los arreglos institucionales que han conducido a los países de la región al comercio internacional, no responden eficazmente a la dinámica que imponen las economías asiáticas, principalmente China. El también presidente de la Cámara Nacional del Hierro y el Acero (Canacero) aclaró que la recomendación no va en el sentido de que deben voltearse los acuerdos internacionales, ni que se pretendan emular prácticas fraudulentas de comercio. Por el contrario, lo que hay que hacer es exigir a sus gobiernos el cumplimiento estricto de la ley en materia aduanal y flexibilidad en la política comercial, para contener oportunamente las oleadas de productos manufacturados que ingresan a los países de la región en forma desleal. "El reto que enfrentamos no se queda ahí, sino que va más allá, porque las naciones de la región tampoco cuentan con mecanismos que les permitan medir el impacto de los subsidios y de la devaluación de la moneda en que sistemáticamente incurre un competidor como China, y menos aún contamos con mecanismos para combatir esas prácticas." Impulso Gutiérrez Muguerza anotó que entre los cambios que deben gestarse en América Latina está retornar a las políticas industriales como instrumentos fundamentales de desarrollo productivo. Anotó que en las dos últimas décadas la mayoría de los países latinoamericanos han practicado una estrategia ortodoxa de crecimiento centrado en las exportaciones; táctica que es muy distinta de la que han privilegiado muchos países asiáticos que crecen a tasas elevadas. Las naciones región han apostado por la supuesta neutralidad de los incentivos, de manera que los gobiernos eviten promover actividades económicas específicas, a excepción de las políticas tributarias que ejercen algunos países y benefician a inversionistas extranjeros, así como en el caso de los acuerdos de libre comercio y de integración regional, puntualizó. Sin duda -dijo- esas políticas le han impreso un mayor dinamismo al sector exportador, impulsando una mayor internacionalización de las economías del subcontinente, y asimismo han atraído cuantiosas inversiones extranjeras y estimulado que grandes empresas de la región compitan más allá de las fronteras nacionales. Pero, salvo excepciones, el incremento de la capacidad de exportación no se ha traducido en un mayor ritmo de crecimiento económico, ni en los aumentos en la productividad que se esperaban con la liberalización del comercio, y tampoco en un mayor ritmo de avance de la productividad laboral. Ésa es una de las razones por las que una parte muy considerable de la mano de obra de los países latinoamericanos se ha desplazado hacia sectores de baja productividad, que con frecuencia pertenecen a la economía informal, con la consecuente merma en los niveles medios de productividad en las economías del área y con una sangría en los ingresos fiscales, remató.
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