Advierten fallas para Conacyt (Reforma 10/04/14) Por Lourdes Zambrano Cd. de México México (10 abril 2014).- Tener una mala estructura es lo que ha provocado que el Conacyt esté lejos de la innovación empresarial, de acuerdo a expertos. La actividad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) como promotor de la innovación en la empresa no ha podido despegar y Ethos, laboratorio de políticas públicas con presencia en Latinoamérica, lo atribuye a una estructura incorrecta en el estudio "De hecho en México a creado en México". El estudio señala que existen diferencias técnicas y administrativas entre los fondos de becas y el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), y entre los fondos compartidos enfocados a detonar la innovación empresarial. "Dichos programas presentan objetivos distintos y necesidades administrativas y técnicas diferentes, resulta difícil entender por qué los maneja la misma institución", indica el documento de Ethos. Una solución para mejorar el desempeño de Conacyt, propuesta por Ethos, sería separarlo en dos entidades diferentes, una que lidie con la formación de capital humano, ligado a la academia; y la otra, que se enfoque en desarrollo de innovación en empresas. José Luis Chicoma, director general de Ethos, comenta que este modelo se sigue en varios países, desde Finlandia, reconocido como líder en innovación; Argentina, Brasil y Chile. Julia Tagüeña, directora adjunta de Desarrollo Científico del Conacyt, defiende la estructura actual del organismo. "Son funciones distintas, pero son funciones complementarias que no conviene separarlas sino hacerlas cada vez más interconectadas", menciona. En la última Evaluación Específica de Desempeño 2012-2013, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo (Coneval), para el área de nivel sectorial (empresas y centros de investigación), se evidencian fallas básicas. "El análisis del avance de los indicadores y de sus metas está limitado por la falta de criterios claros para conocer cómo se definen estas últimas; sin embargo, el que las metas hayan disminuido o hayan mantenido el valor que ya se había alcanzado en 2011, apunta a que las metas son laxas", dice el informe. En la evaluación se indica que la cobertura del programa, que tiene como población objetivo a centros, organismos, empresas o personas físicas del sector social o privado, disminuyó drásticamente a partir del 2011. En 2009, se tenía una cobertura del 17.44 por ciento de la población objetivo; en 2010, 14.11 por ciento; en 2011, 3.19 por ciento, y en 2012, 5.7 por ciento. El otro gran objetivo, la formación de capital humano, ha sido bien calificado, tanto por el Coneval, como por Ethos. La OCDE publicó el documento "Revisiones de las Políticas de Innovación-México", en 2009, en el que señala que el desempeño del Conacyt tiene una deficiencia crónica que mantiene al País en un índice muy bajo de innovación, a comparación del promedio. "Se puede deducir que el apoyo a las empresas en términos de innovación no parece una prioridad para el Conacyt a nivel presupuestal", señala la OCDE. Tagüeña indica que este año se destinaron montos sustanciosos a programas de transferencia hacia la industria, reconociendo que es un área de oportunidad, en la que ha habido avances. Stephen Birtwistle, coordinador del estudio de Ethos, dice que la asignación de recursos para el ramo 38, ciencia y tecnología, del Presupuesto de Egresos de la Federación, en los últimos seis años evidencia que la prioridad es la formación de capital humano. La meta del sexenio de Enrique Peña Nieto es llegar al 2018 con un presupuesto para ciencia y tecnología equivalente al 1 por ciento del PIB. Tagüeña alega que el dinero público no será suficiente para llegar a los objetivos propuestos, sino que requerirán de dinero privado, que ha faltado. Copyright © Grupo Reforma Servicio Informativo
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