Riesgo de nueva crisis alimentaria (El Financiero 15/01/10) Leticia Rodríguez López / enviada Viernes, 15 de enero de 2010 Utilizar granos para generar bioenérgeticos, seria amenaza. Urge modificar las formas de producción: Villalobos Arámbula. México, importador neto de oleaginosas y semillas.
Víctor Manuel Villalobos Arámbula. (Fotos: Cortesía)
· TEMEN ESCASEZ ALIMENTARIA MUNDIAL
SAN JOSÉ, 15 de enero.- Garantizar la seguridad alimentaria de una población en constante crecimiento, sin alterar en forma dramática el entorno ambiental, constituye uno de los grandes desafíos para los países del continente americano, incluido México. Víctor Manuel Villalobos Arámbula, quien hoy toma posesión como director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), advierte del riesgo de que resurja otra crisis alimentaria mundial. En entrevista con EL FINANCIERO admite que una de las asignaturas pendientes en América Latina es el combate a la pobreza, y sugiere trabajar hacia un nuevo modelo de desarrollo y de formas de producción. Señala que algunos de los factores que dieron origen al problema en 2008, como la falta de grandes inventarios de granos a nivel mundial y la actitud especulativa, por la posibilidad de utilizar granos para producir bioenérgeticos, pueden seguir siendo una amenaza para futuras crisis alimentarias. De ahí que los trabajos del IICA, que por primera vez en 67 años presidirá un mexicano, estarán orientados a las áreas de seguridad alimentaria; competitividad agrícola y eficiencia en la producción; agricultura responsable con los aspectos ambientales y desarrollo rural, y sanidad agropecuaria e inocuidad de los alimentos. Se requiere duplicar la producción de comestibles en un periodo aproximado de 30 años, para una población que aumentará en 50 por ciento, en una región donde persisten desigualdades y asimetrías. En el caso de nuestro país, para el año 2030 llegará a 130 millones de habitantes. En el contexto latinoamericano, Villalobos Arámbula asegura que México es reconocido por el éxito en su exportación de hortalizas y productos cárnicos, e incluso es un modelo que servirá para replicarse en otras naciones. Reconoce, no obstante, que en los próximos años nuestro país seguirá como un importador neto de oleaginosas y granos, básicamente de maíz, debido a la demanda importante de los sectores pecuario y avícola. -¿El alza de precios será un factor permanente durante este año? -Definitivamente. Estamos percibiendo un incremento en los precios de los alimentos, insumos. Desde la óptica de los productores, es razonable, no está del todo mal, porque fueron muy impactados por la crisis, pero si este aumento continúa, no beneficiará a la sociedad en su conjunto. "El gobierno tendrá que ir tomando medidas para evitar que se eleven los precios a grado tal que afecten al consumidor." -¿Cuál es el riesgo de no lograr la seguridad alimentaria en la región? -Los efectos comenzarán a verse directamente en la insuficiencia de alimentos para la población; el aumento en la expansión de la frontera agrícola, deteriorando los bosques, las selvas, abonando al cambio climático, y los recursos serán limitados, fundamentalmente el agua. "Las amenazas del cambio climatológico, que ya se han comenzado a ver, nos impulsan a modificar formas de producción a través de nuevas incorporaciones de adelantos tecnológicos, prácticas agrícolas más acordes con la sustentabilidad y producir más en la misma superficie." Rendición de cuentas Con 67 años de vida, el IICA juega un papel importante en facilitar la cooperación entre 34 países miembros. Ha sido un promotor de la gestión del conocimiento entre oferentes y demandantes de tecnología, y eso ha tenido un beneficio importante en la sociedad rural. Víctor Manuel Villalobos Arámbula reconoce que el IICA necesita cambiar, ser más eficiente y orientarse a la búsqueda de competitividad de la agricultura en todo el hemisferio; realizar una gestión que responda en forma oportuna y moderna a las demandas de los gobiernos, bajo un estricto sentido de rendición de cuentas. "No podemos seguir siendo considerados como una institución a la que nos vean como un pesado aparato burocrático, al que hay que mantener con decisiones políticas, sino como una entidad que le sea útil a los demás países." -¿Cómo superar los desafíos en materia de seguridad alimentaria sin alterar el medio ambiente? -Afortunadamente hay un potencial en los sistemas de producción de alimentos para hacerlo de manera más eficiente. Hay desarrollos tecnológicos que nos permiten hacer un uso más racional del agua y labores que evitan la erosión de los suelos. También la mejora genética permitirá liberar variedades que sean mucho más adaptadas y eficientes en la productividad y aumentar los rendimientos. "Otro aspecto relevante radica en la parte sanitaria. Hay que ser más eficientes en los controles integrados de plagas y enfermedades, que limitan la productividad, así como en el manejo poscosecha, porque una porción importante de los alimentos se pierde por falta de infraestructura o un ataque de hongos. "Hay un abanico importante de tecnologías desarrolladas y validadas en muchos países, que hacen falta en otros que tienen más rezago tecnológico, y el hecho de que podamos medir eficientemente esa tecnología -factor en que el IICA juega un papel muy importante- ayudará en la seguridad alimentaria."
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