Sin posibilidad de ahorrar, más de la mitad de los trabajadores (El Financiero 02/02/10) Marvella Colín Martes, 2 de febrero de 2010 Cayó el ahorro 3 puntos del PIB. La restricción de liquidez que privó en la economía durante 2009, ligada a menores ingresos por la pérdida de empleos y a mayores precios en bienes y servicios, generó un efecto negativo sobre las fuentes de ahorro interno del país. El ahorro de la economía como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) pasó de 24.9 a 21.6 por ciento entre 2008 y 2009, por lo que se perdieron alrededor de 3.3 puntos porcentuales. El decreciente ahorro a su vez generó bajos recursos para la inversión y ello se tradujo en un magro crecimiento económico. Por ello, la rapidez de la recuperación económica frente a la crisis depende en parte del ahorro interno para que éste a su vez financie la inversión. No obstante, para el presente año se prevé que el ahorro se recupere modestamente para llegar al 22.2 por ciento del PIB, un nivel por debajo del observado antes de la crisis. Países latinoamericanos como México deberían elevar su inversión a cerca del 33 por ciento del PIB -actualmente es del 23 por ciento- para obtener tasas de crecimiento sustentables. Para ello se requieren mayores niveles de ahorro, los cuales no se podrán alcanzar en el corto plazo ni en el mediano debido a que en el país más de la mitad de la población ocupada -alrededor del 64 por ciento- se encuentra sin la posibilidad de ahorrar, casi 27.4 millones de personas en el país. Lo anterior se desprende de un análisis de EL FINANCIERO, con base en información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, del Banco de México, de Banamex y de la Comisión Económica para América Latina. El menguante ingreso disponible de las personas para ahorrar ante las dificultades económicas se reflejó en una menor captación de la banca comercial, la cual bajó 0.4 por ciento en términos reales en diciembre de 2009, ello implicó que el flujo de captación bancaria entre diciembre de 2008 e igual mes del 2009 fuera de 62.3 mil millones de pesos. Las deficiencias económicas que ha tenido el país en la última década, afectando a millones de hogares y ligadas a los mínimos rendimientos que ofrecen los bancos a los ahorradores, causan una tendencia descendente del ahorro bancario, ya que en 2000 las instituciones financieras tenían captado 50 por ciento de lo que se ahorró en la economía, y ya para 2008 esta cifra disminuyó a cerca del 35 por ciento. Cabe señalar que los actuales niveles de rendimiento por ahorrar en una institución bancaria -en especial en los dos bancos más grandes- oscila entre 1.3 y 4.6 por ciento anual nominal, por lo que prácticamente en términos reales el rendimiento para el ahorrador es negativo.
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