Cartografía de la inversión extranjera en AL, luego de la crisis (El Financiero 11/02/10) Marvella Colín Jueves, 11 de febrero de 2010 Nuestro país, de los más afectados; no recuperará su nivel previo a la recesión.
La crisis configuró un nuevo mapa de los capitales productivos extranjeros en la región latinoamericana durante 2009, pues se notó una mayor concentración en el sur del continente; en contraste, México y América Central fueron los más afectados en cuanto a la llegada de inversiones foráneas. México resultó fuertemente golpeado en la captación de la Inversión Extranjera Directa (IED), ya que ésta se contrajo 27 por ciento en promedio, mientras que en los países de América Central bajó 25 por ciento en promedio. De hecho, nuestro país logró captar alrededor de 16 mil 653 millones de dólares de IED en 2009, y para el presente 2010 sólo se espera que estos capitales aumenten entre 3 y 5 por ciento, por lo que no recuperará su nivel precrisis de 22 mil 500 millones de dólares. En cambio, América del Sur, pese a que también resintió un descenso del 33 por ciento en la IED durante 2009, concentró 60 por ciento de la inversión foránea total, calculada en 86 mil millones de dólares en la región. En especial Brasil, Chile, Colombia y Perú fueron los principales receptores. Por ejemplo, la economía brasileña recibió siete mil millones de dólares más que la mexicana, al registrar entradas de IED por más de 23 mil millones de dólares. Lo anterior se desprende de información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y del Banco de México. Los altos precios de los productos básicos y la mayor orientación a los mercados locales, así como una menor dependencia del mercado estadounidense, permitió a los países del Cono Sur atraer la mayor parte de los capitales productivos extranjeros, y se espera que en el presente año las inversiones foráneas en esta subregión se mantengan en crecimiento, sobre todo porque se prevé un avance del PIB de 4.7 por ciento. La disparidad observada en las dos subregiones pone de manifiesto la diferencia de los efectos de la crisis financiera mundial en las economías latinoamericanas. La contracción de la IED dirigida a América Central y el Caribe se debió en gran medida a la fuerte disminución de las entradas de inversión productiva en México, originada por la desaceleración de la economía de Estados Unidos. Por su parte, América del Sur no se vio tan afectada por la crisis ya que las entradas siguieron aumentando durante buena parte de 2009. Las actividades relacionadas con los recursos naturales (principalmente hidrocarburos y minerales metálicos) siguieron siendo el principal foco de atracción de la IED en América del Sur, y los recursos naturales se están convirtiendo cada vez más en un importante objetivo en América Central y el Caribe. En particular, el capital productivo en la industria de extracción de metales ha tenido un auge importante. Fuerte afectación en el sector manufacturero En contraste, el sector manufacturero en su conjunto experimentó una disminución de IED debido a la drástica caída de los flujos dirigidos hacia América Central y el Caribe, donde las actividades manufactureras orientadas a la exportación -realizadas en su mayoría por empresas extranjeras- están estrechamente vinculadas al ciclo económico de Estados Unidos. En México se calcula que la inversión en las industrias manufactureras -incluyendo los establecimientos maquiladores- cayó 33 por ciento durante 2009, para sumar cinco mil 100 millones de dólares aproximadamente.
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