Fantasma del estancamiento económico paraliza mercados (El Financiero 28/06/10) Clara Zepeda Hurtado Lunes, 28 de junio de 2010 Sector bancario de EU, sin repuntes. Temen una segunda ola de pérdidas por exposición elevada a deuda europea. Actividad económica se desacelera; producción y comercio, en declive.
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La crisis de los países periféricos en Europa deterioró "fuertemente" las condiciones financieras en los principales mercados y revivió el fantasma del estancamiento, por lo que el resultado de la crisis es un "sonoro suspenso", pronostican índices de bancos y analistas bursátiles. El índice de bancos KBW Bank, que mide el sector de banca comercial de Estados Unidos, no ha podido salir de los niveles de 40 puntos en todo el año, toda vez que está muy lejos de sus niveles de precrisis, cuando se ubicaba en 121.06 unidades. Si bien este año no ha tocado niveles históricos bajos (18.62 puntos el 6 de marzo de 2009), desde que comenzó la crisis en su primera etapa hace casi tres años con las hipotecarias subprime, este indicador ha mostrado descensos paulatinos, pero en circunstancias de estrés ha acelerado su caída. Los mercados continúan en descenso, reaccionando al temor de un "segundo round" de pérdidas en el sector financiero derivado, ahora, de su exposición en deuda europea y por la crisis crediticia, que simplemente no se resarce. "El circuito de fondeo de recursos a la banca y para los países endeudados sigue atorado, y el escepticismo en relación con la solución definitiva del problema se refleja en los diferenciales de tasas entre la deuda de los países o entidades involucradas y las tasas libres de riesgo, así como en las tasas de fondeo privado que se mantiene elevado", sentencia Rodolfo Campuzano. El director de Análisis de Invex sostiene que además de esta desfavorable condición, los datos que van revelándose muestran una desaceleración importante de la actividad económica, la cual genera decepción y plantea un escenario que puede llegar a ser muy difícil. El entusiasmo que prevalecía hace un par de meses no logra volver a inundar la visión de los inversionistas. Campuzano afirma que "este cambio no sólo se debe a la crisis financiera europea, que en mayo tuvo su momento más álgido, sino también tiene que ver con la decepción que causan distintos indicadores de crecimiento que describen una pérdida de fuerza en la recuperación y reviven el fantasma del estancamiento". Un síntoma El índice de precios de cargamentos de materias primas, conocido como el Baltic Dry, líder de la producción y el comercio a nivel global, ha caído con fuerza en las últimas semanas. Como los movimientos de estos materiales indican con anticipación los aumentos en los niveles de producción, el índice Baltic Dry, que predijo la recesión desde el verano de 2007, sugiere que el rebote del comercio global que vimos a finales de 2009 ha perdido consistencia y le abre paso a una situación de debilidad; también que los movimientos en los precios de los commodities no serían al alza. Si bien la actividad económica continúa y hay una mejora gradual en el mercado laboral, el gasto de las familias se incrementa, pero sigue limitado por los elevados niveles de desempleo y condiciones restrictivas de crédito, lo que revive el temor de un periodo prolongado de estancamiento y, al mismo tiempo, despierta el miedo de una etapa de deflación. Esta última fase no colabora en nada para restablecer el crecimiento, ya que muchos agentes prefieren posponer sus decisiones de consumo e inversión ante la posibilidad de enfrentar menores precios adelante; tampoco permite continuar con el proceso de desendeudamiento, ya que las deudas nominales se vuelven más elevadas. Por este motivo, la tendencia de las tasas de interés en las regiones desarrolladas sigue comportándose hacia abajo.
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