Alcanza récord desempleo juvenil (El Reforma 12/08/10)

La OIT señala que el desempleo en jóvenes es más alto que en adultos en todas las regiones del mundo.

Foto: Archivo

La OIT advirtió que la tasa de desempleo juvenil se incrementará ligeramente en 2010, para alcanzar 13.1 por ciento

Verónica Gascón

Ciudad de México  (12 agosto 2010).- El desempleo juvenil durante 2009 alcanzó los niveles más altos en la historia con una tasa de 13 por ciento a nivel mundial, lo cual se traduce en 81 millones de personas, entre 15 y 24 años, sin ocupación, dio a conocer la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Lejos de mejorar la situación, el organismo advirtió que la tasa de desempleo juvenil se incrementará ligeramente en 2010, para alcanzar 13.1 por ciento y presentará un descenso hasta 2011.

Con motivo del Día Internacional de la Juventud, que se celebra hoy, la OIT reflexionó sobre la situación del empleo entre la población más joven y advirtió que la tendencia negativa se agudiza en la medida que nuevos candidatos quieren insertarse en el mercado laboral y se topan con la falta de vacantes.

Al mismo tiempo, advierte que hay el riesgo de que esta sea una "generación perdida" de jóvenes que abandonan el mercado laboral tras haber abandonado la esperanza de hallar un empleo.

En el documento "Tendencias mundiales del empleo juvenil 2010", la OIT señala que el desempleo en jóvenes es más alto que en adultos en todas las regiones del mundo, tanto que en algunos casos llega a triplicar la tasa de desocupación de personas mayores de 24 años.

México no es la excepción, ya que la tasa de desempleo en jóvenes es de 8.8 por ciento, al primer trimestre de 2010, lo cual supera a la tasa nacional, que es de 5.5 por ciento, según cifras del Inegi.

Actualmente hay 15 millones de jóvenes de 14 a 29 años, de los cuales sólo un millón 320 mil 564 se declararon desocupados abiertos, sin embargo, el Inegi no distingue entre aquellos que se emplean en el sector formal y el informal.

La OIT estimó que 152 millones de jóvenes trabajaron pero permanecieron en la pobreza extrema en hogares que viven con menos de 1.25 dólares por persona por día.