Motor económico interno, sin energía (El Financiero 13/08/10)

Motor económico interno, sin energía (El Financiero 13/08/10)

Eduardo Jardón

Viernes, 13 de agosto de 2010

Escaso crédito, baja en remesas y empleo precario, las causas.

Todavía no se recuperan los niveles de plazas y financiamiento de 2008.

Puestos generados, con bajos salarios y para la economía informal.

 

· Se hunde dinamismo del mercado interno

Los bajos niveles de financiamiento bancario, la caída en las remesas, el aumento en la desocupación y la precarización del empleo, son factores que tienen detenido al mercado interno.

 

Ante la coyuntura actual, la debilidad del motor interno representa un panorama más desalentador para la economía mexicana, por su dependencia de la actividad económica de Estados Unidos, que se dirige a un periodo de menor crecimiento.

 

A pesar de la recuperación del empleo formal en los últimos meses, su nivel es similar al de finales de 2008.

 

Esto se suma a la pérdida en el poder adquisitivo; el salario promedio de los trabajadores inscritos en el IMSS es 2 por ciento inferior al de hace dos años.

 

Por su parte, el crédito bancario al sector privado acumula 15 meses consecutivos en contracción, y aunque ha moderado su caída, su actual nivel es inferior en 4.7 por ciento al de hace dos años.

 

Incluso, esta variable no se la logrado recuperar de la crisis económica de 1995: el monto de cartera vigente es 37 por ciento inferior a la de 1994.

 

Índira Romero, investigadora de la Unidad de Comercio Internacional e Industria de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), señaló que el bajo dinamismo de la demanda interna es resultado de una política económica que se centró en los equilibrios macroeconómicos, pero que se olvidó de lograr un crecimiento dinámico y generador de empleos bien remunerados y con acceso a la seguridad social.

 

"Esta omisión fue agravada por la crisis financiera y económica global, que afectó a la mayor parte de los países el año pasado", dijo.

 

Durante la crisis, la demanda externa resultó más afectada que la interna, pero en el actual periodo de recuperación el principal impulso provino de las exportaciones.

 

En el primer trimestre, las exportaciones crecieron 23.6 por ciento, mientras que la demanda interna lo hizo en apenas 1.5; el consumo privado repuntó 2.5 por ciento, en tanto que la inversión bajó 1.2.

 

Según previsiones del Banco de México, durante el segundo trimestre de 2010 continuó observándose una trayectoria creciente en la demanda externa, mientras que el consumo y la inversión del sector privado permanecieron en niveles relativamente bajos.

 

Sin embargo, el impacto positivo de las exportaciones podría desvanecerse, ante la expectativa de una desaceleración en la recuperación de EU, principal destino de las mercancías mexicanas.

 

Altos costos

 

Eugenio Gómez, profesor del área de Entorno Económico del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), comentó que para generar una mayor dinámica en la demanda interna se requiere de la generación de empleos, pero esto es un problema para las empresas por los altos costos que representa.

 

El especialista indicó que las empresas en México enfrentan diversos costos indirectos a la hora de invertir, como la corrupción, el mal funcionamiento del sector público, la mala aplicación de las leyes y la inseguridad.

 

"Estos factores pueden elevar los costos para las empresas, lo que incide en las decisiones de inversión", mencionó.

 

Como resultado de esto, la creación de puestos de trabajo se genera en la economía informal, donde se evitan tantos costos, aunque es un empleo precario.

 

De acuerdo con cálculos de Índira Romero, la mayor generación de empleos, entre el tercer trimestre de 2008 y el primer trimestre de este año, ha sido para los trabajadores que perciben entre uno y dos salarios mínimos.

 

En contraste, la mayor pérdida se registró en los empleos con altos ingresos.

 

La investigadora de la Cepal consideró que para impulsar la demanda interna se requiere mejorar los ingresos de las personas, y esto se logra a través de una mayor y mejor generación de empleos, lo cual se puede alcanzar con tasas de crecimiento por encima del aumento poblacional.

 

Para esto, dijo, se necesita una planeación económica y social, una política industrial, además de un apoyo decidido del gobierno y de los empresarios para trazar un plan a largo plazo con visión de un país ganador.