Persiste amenaza de riesgo sistémico en bancos de EU (El Financiero 20/09/10)

Persiste amenaza de riesgo sistémico en bancos de EU (El Financiero 20/09/10)

Viridiana Mendoza Escamilla

Lunes, 20 de septiembre de 2010

Carecen de regulación para operar sin peligro, alertan.

 

 RIESGOS EN BANCOS DE EU

Los bancos "demasiado grandes" siguen en posibilidad de adquirir riesgos que los pongan en peligro, y con ello el dinero de los ahorradores. A su vez, el gobierno estadounidense mantiene una responsabilidad implícita de prevenir un nuevo colapso en caso de una situación de estrés.

 

Especialistas consultados por EL FINANCIERO, coinciden en que a dos años de la quiebra de Lehman Brothers y la oficialización de una de las peores crisis financieras de la historia, los bancos grandes siguen implicando riesgos sistémicos al no tener clara una regulación que realmente impida la toma excesiva de riesgos y al no contar con un esquema que limite la intervención con recursos gubernamentales.

 

Urby Garay, director del Centro de Finanzas del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) en Caracas, Venezuela, explica que aun cuando se cuenta con un fondo de seguro para los depósitos de los ahorradores, el riesgo de una intervención con dinero de los contribuyentes persiste.

 

"En teoría, el sistema debe permitir que esos bancos quiebren de la manera menos traumática para el resto de la economía y para los depositantes.

 

"Sin embargo, cuando se produce una crisis bancaria y son muchos los bancos que quiebran al mismo tiempo, estamos hablando de riesgo sistémico y las autoridades deben intervenir."

 

El 15 de septiembre de 2008, cuando Lehman Brothers -en ese tiempo el cuarto banco de inversión en el mundo- se declaró en quiebra, las autoridades y los mercados adquirieron una única certeza: era tiempo de que el gobierno estadounidense pusiera en marcha una estrategia que paliara los efectos sobre los usuarios y evitara el colapso de otras entidades.

 

En un discurso a principios de mes, Thomas C. Baxter, vicepresidente de la Reserva Federal de Nueva York, dijo que el gobierno hizo todo lo posible por evitar la quiebra de uno de los mayores bancos de inversión, que había alcanzado una tasa de endeudamiento de 44 a uno, precisamente porque el mensaje que mandaría a los mercados era que los gobiernos debían apoyar a los grandes bancos para no quebrar.

 

La profecía se cumplió: a dos años de la quiebra de Lehman, el gobierno de Estados Unidos ha otorgado recursos por 700 mil millones de dólares como parte del Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés) y apenas la semana pasada se dio a conocer que hay más de cien bancos que no han cumplido con el pago pactado para el 16 de agosto.

 

Diego Castañeda, consultor independiente y exanalista externo del Banco Mundial, comenta que la falta de una postura clara sobre regulación permite que los bancos sigan expuestos a un riesgo sistémico y, por tanto, 4 los gobiernos mantienen un compromiso con la estabilidad del sistema.

 

"La complicada situación política en Washington, particularmente en las posiciones que han tomado los republicanos, hace que sea difícil esperar una reforma regulatoria estricta.

 

"A falta de una reforma mucho más severa, las grades instituciones financiaras seguirán contando con el apoyo gubernamental, lo cual es peligroso, dado que las instituciones financieras están conscientes de esto y puede, a la larga, llevarlas a tomar mayores riesgos."

 

La sombra de una "W"

 

Aunque los bancos cuentan con un mayor índice de capitalización, uno de los principales temores a nivel global es una segunda caída en la actividad económica de Estados Unidos, lo cual traería consecuencias para los bancos no sólo por el lado de un nuevo deterioro en las carteras de créditos, sino por las dificultades para contar con un plan de estímulos.

 

"Estados Unidos y los países de Europa arrastran déficit fiscales récord desde el año pasado y los mercados perciben que, en caso de presentarse una nueva caída de la actividad económica, no podrán (o será mucho más difícil) recurrir a un aumento del gasto público", advierte Urby Garay.

 

Sin embargo, Norma Canales, experta bancaria independiente y excolaboradora de JP Morgan Chase, afirma que los grandes bancos están preparándose para asumir regulaciones más severas, por lo que en los próximos tres años podría haber un periodo volátil de ajuste seguido de una mayor fortaleza estructural, aunque el precio en el corto plazo podría ser una cautela excesiva en el otorgamiento de crédito.

 

"Los bancos están siendo muy estrictos en el otorgamiento de crédito, en el largo plazo se ven fuertes, pero a corto plazo hay volatilidad en cuanto a lo que va a suceder. Se están preparando para que el ajuste por la regulación no sea muy fuerte, así que evitan tomar riesgos, incluso en los préstamos."

 

Lección dolorosa

 

Eduardo Gómez Alcalá, socio del área regulatoria de cumplimiento del sector financiero de PricewaterhouseCoopers, explica que la lección más importante de la crisis financiera de 2008 es que el mercado no necesariamente es eficiente, y siempre que haya un público ahorrador habrá interés del gobierno por regular e incluso intervenir a los bancos.

 

"La lección tiene que ver con medir riesgos, administrarlos de mejor forma, crear los incentivos para limitar la toma excesiva de riesgos. Con la regulación el crédito se puede ver afectado de una manera importante y la recuperación de crédito tomar tiempo en volverse a activar."