México y AL ya salieron de la parte más profunda de la crisis (El Financiero 04/10/10)

México y AL ya salieron de la parte más profunda de la crisis (El Financiero 04/10/10)

Marcela Ojeda Castilla

Lunes, 4 de octubre de 2010

En 2010 nuestra economía crecerá entre 4.5 y 5%: Carstens.

"No tenemos ningún desequilibrio", dice.

El país, con fortaleza macroeconómica.

 

En México y América Latina ya salimos de la parte más profunda de la crisis, con un proceso de crecimiento acelerado y sostenido, afirmó Agustín Carstens, al destacar que este año nuestra economía crecerá entre 4.5 y 5 por ciento y que el país cuenta con toda una plataforma para continuar creciendo:

 

"Estamos con una inflación baja, las tasas de interés están bajas, tenemos un sistema financiero sano, fuerte; no tenemos ningún desequilibrio financiero, fiscal, ni monetario, y eso sí nos da una plataforma para seguir creciendo", enfatizó el banquero central.

 

Al hablar durante el XV Foro Iberoamericano de Sistemas de Garantía, organizado por Nacional Financiera, anotó que la fortaleza macroeconómica de México y otros países latinoamericanos ha permitido enfrentar el actual periodo de crisis relativamente bien.

 

 

Muchos de estos países, indicó, no sólo han reducido en forma importante su déficit fiscal, sino que han tenido superávit, con lo que el gobierno no es un factor de debilidad ni le resta recursos financieros al sector privado.

 

Subrayó que en América Latina se combinó una política macroeconómica muy bien orientada que le dio fortaleza cuando explotó la crisis, con una larga época de términos de intercambio muy bien portados.

 

"Los precios de sus principales exportaciones crecieron mucho, dándoles un shock en ingresos muy importante, pero México no se benefició tanto de estos shocks en términos de intercambio, porque nuestro comercio internacional está sumamente concentrado en Estados Unidos y la incidencia misma de la crisis sí nos pegó en forma mucho más directa."

 

Políticas contracíclicas

 

Carstens también destacó que en plena crisis global, la situación de fortaleza permitió a muchos países del área hacer algo de políticas contracíclicas:

 

"Prácticamente todos tuvimos la capacidad de bajar las tasas de interés y elevar un poco, en distintos grados, el gasto público, y todo eso se hizo con mucho tiento y prudencia, de forma que la relación deuda/PIB se mantuviera estable y que los requerimientos financieros de los gobiernos hacia delante se mantuvieran en una tendencia descendente.

 

"Eso es lo que nos ha permitido mantener la estabilidad macroeconómica, seguir beneficiándonos de entradas de capitales muy importantes y tener más recursos hacia delante", enfatizó.

 

Sin embargo, alertó que el gran reto hacia delante, dado que los términos de intercambio no serán tan alentadores porque la demanda de los países avanzados no será tan dinámica, es seguir generando un crecimiento económico acelerado, con mayor generación de empleos que mejoren la calidad de vida de la población.

 

"Una condición necesaria para el crecimiento, pero insuficiente para que éste sea acelerado, es continuar con la disciplina macroeconómica, que sí paga. Lo que se debe hacer es utilizar los recursos obtenidos por los shocks de los términos de intercambio para generar más fuentes de crecimiento interno.

 

"Y eso, indiscutiblemente, nos mete en el campo de las reformas estructurales en el ámbito de la educación, para que eso contribuya a tener una economía mucho más competitiva y podamos enfrentar mejor a regiones que traen un gran dinamismo en este sentido, como Asia."

 

Puntualizó que también se requiere darle más flexibilidad al mercado laboral "y mejorar muchísimo la seguridad jurídica, porque no tener el reinado de la ley hace que se genere mucha incertidumbre en decisiones de negocio e inversión, lo que obviamente limita el crecimiento".

 

Asimismo, subrayó la necesidad de seguir generando mayor infraestructura para interconectar a la región, porque a diferencia de Asia y Europa, en Latinoamérica se comercia muy poco entre sí, debido fundamentalmente a que no hay buena infraestructura ni interconexión.

 

"El mensaje es que realmente esta situación, relativamente favorable que tiene Latinoamérica, la debe aprovechar para abatir muchos de los rezagos que tiene en otras áreas, y de esa manera poder sostener un ritmo de crecimiento acelerado, aun cuando las principales economías del mundo no crezcan tan rápido como en el pasado", acotó Agustín Carstens.