México, ajeno a la "guerra cambiaria" internacional (El Financiero 12/10/10)

México, ajeno a la "guerra cambiaria" internacional (El Financiero 12/10/10)

Clara Zepeda Hurtado

Martes, 12 de octubre de 2010

Apreciación del peso, sujeta a expectativas económicas de EU.

Balances encontrados en torno a nuestra moneda: analista.

Mercados, en espera de intervención de la Fed en EU.

 

· Gana el peso 3.9% desde junio

En la "guerra cambiaria" internacional, México parece ajeno a este fenómeno, ya que gran parte de la apreciación del peso sigue dependiendo de las expectativas económicas de Estados Unidos.

 

Daniela Blancas, analista de mercado cambiario de Scotiabank, afirma que la moneda mexicana está limitada por fuerzas encontradas; por un lado, se beneficia de la debilidad del dólar y, por el otro, se frena por las preocupaciones de la actividad económica estadounidense.

 

Por eso, el peso mantiene balances encontrados, limitando tanto pérdidas como ganancias.

 

Tan sólo la semana pasada, el tipo de cambio peso/dólar alcanzó niveles mínimos cercanos a los observados a mediados de mayo, sobre 12.42 unidades.

 

Aun así, "no presentó la suficiente fuerza para seguir con un rally que lo desprendiera fuertemente de la barrera de los 12.50 por dólar", sentencia Blancas.

 

Para Jorge Gordillo, subdirector de análisis económico de CI Banco, la apreciación de las monedas en varios países de América Latina, en especial en Brasil y Perú, ha orillado a estas economías a ser más agresivas con sus políticas cambiarias, pero México parece ajeno a estos problemas.

 

A diferencia de Brasil y otras economías emergentes, en México tienen un doble impacto las políticas monetarias y cambiarias, en especial de Estados Unidos, ya que, por un lado, se activa el flujo de inversión hacia nuestro país por un mayor rendimiento a los inversionistas, pero al ponerlas en marcha dan una señal de que la economía estadounidense no está bien.

 

"Inmediatamente, el inversionista relaciona a México con Estados Unidos, lo que ha limitado que la apreciación sea más despacio como en otras economías emergentes", explica Gordillo.

 

Con la constante debilidad del dólar, las monedas emergentes han sido las más beneficiadas, observando repuntes de cerca de 2 por ciento en la última semana.

 

En la ola

 

La analista de Scotiabank precisa que las ganancias de la lira turca, el rublo y el real brasileño destacan sobre las monedas emergentes, ya que tienen una menor dependencia de la actividad económica estadounidense.

 

Si bien es cierto que el peso ha presentado una apreciación significativa durante las últimas cuatro semanas, ésta ha sido mucho más limitada que la observada en otros países emergentes.

 

La moneda local presentó un comportamiento relativamente lateral durante la semana pasada, operando en un rango de 20 centavos y cerrando con ganancias de 0.98 por ciento.

 

Una vez que se cumplan las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) inyecte más liquidez en la economía estadounidense, lo que genere bajas tasas de interés, los mercados emergentes vivirán una ola de optimismo y de elevados flujos de capital.

 

De acuerdo con Leonardo Zepeda, analista de Banamex, los mercados continúan especulando respecto a que la Fed intervendrá para proteger la recuperación.

 

Ayer, las versiones respecto a la necesidad de intervención de la Fed se intensificaron al continuar la discusión sobre la poca fortaleza del mercado laboral en Estados Unidos.

 

"En México va a haber optimismo (entrada de flujos) en el mercado cambiario, pero está más limitado a que la expectativa de la economía estadounidense no es muy buena.

 

"Los inversionistas van a estar más cautos con nosotros que como serían en otros países, como Brasil, de ahí que van a ser más agresivos con su política cambiaria", aseveró el especialista de CI Banco.

 

De ahí que Brasil denunció públicamente que están invadiendo de capital por este tipo de políticas y que alguien tiene que poner un límite.

 

Los analistas prevén que se pueda apreciar el tipo de cambio en la oleada de optimismo, pero que no llegaría a los niveles por abajo de 12.30 por dólar.