Remesas hacia países en desarrollo, en ascenso (El Financiero 18/10/10)

Eduardo Jardón

Lunes, 18 de octubre de 2010

Este año recibirán 437 mil mdd: Banco Mundial.

El flujo de remesas familiares hacia los países en desarrollo registrará una recuperación de 5.7 por ciento en 2010, de acuerdo con estimaciones del Banco Mundial (BM).

El organismo prevé que en este año el envío de recursos hacia estas economías sumará 437 mil millones de dólares, monto que se elevará a 465 mil millones en 2011, lo que implica un incremento de 6.4 por ciento.

Para América Latina, la perspectiva es que capte este año 60 mil millones en remesas, con lo que registrará un crecimiento de 5.7 por ciento.

El mayor crecimiento se prevé para los países de la región del Este de Asia y el Pacífico, con 9.8 por ciento, y un monto de 94 mil millones de dólares.

La menor variación corresponderá a las economías de Medio Oriente y del Norte de África, donde se espera un crecimiento de 3.6 por ciento en el flujo de remesas, con un monto de 33 mil millones de dólares.

El estudio del BM establece que las tendencias en los flujos de remesas y la migración global en 2009 fueron afectadas por la crisis económica, pero también resintieron un impacto por los efectos cambiarios y modificaciones en los flujos migratorios.

La crisis mundial, destacó el organismo, aumentó los temores de un cambio a la inversa en los flujos migratorios y una consecuente disminución en los flujos de remesas, especialmente en los países de bajos ingresos.

Proteccionismo, riesgo

El estudio titulado El día después de mañana: Manual sobre el futuro de la política económica en el mundo en desarrollo detalla que históricamente las remesas se han mantenido estables, e incluso han aumentado en los periodos de crisis financiera o en eventos de desastres natural, ya que los inmigrantes en el extranjero envían más dinero para ayudar a sus familias.

Sin embargo, a diferencia de otras crisis, la última se originó en los países de altos ingresos y se extendió a las naciones en desarrollo, dando lugar a una crisis global. Esto, dijo, afectó a los flujos migratorios, lo que a su vez impactó a los flujos de remesas hacia los países en desarrollo, que por primera vez desde la década de 1980 registraron una contracción durante 2009.

Según la publicación, la disminución en los flujos de remesas hacia América Latina, que comenzó con el inicio de la crisis financiera en Estados Unidos, parece haber tocado fondo desde el último trimestre de 2009.

Hacia el Sur de Asia continuaron al alza durante 2009, aunque a un menor ritmo que en los años anteriores a la crisis. Hacia Europa y Asia Central, así como en Oriente Medio y al Norte de África cayeron más de lo esperado. Los expertos del BM consideran que en algunos países las remesas tendrán que asumir una importancia cada vez mayor en las necesidades de desarrollo.

El mayor riesgo para estos recursos, indican, no provienen de crisis económicas, sino de las medidas proteccionistas adoptadas por muchos países receptores de migrantes. Incluso, destacaron que existe preocupación en muchos países expulsores de mano de obra, por la posibilidad de un retorno de grandes cantidades de migrantes, propiciada por la debilidad en los mercados laborales en donde residen.

El retorno de migrantes en la coyuntura actual, mencionan, parece insignificante, pero si esto sucede, los trabajadores volverán a sus países con mayores habilidades, energía empresarial y capital.