Inflación seguirá al acecho de los mercados emergentes (El Financiero 11/01/11)

Inflación seguirá al acecho de los mercados emergentes (El Financiero 11/01/11)

Viridiana Mendoza Escamilla

Martes, 11 de enero de 2011

•Presiones en ascenso si mantienen su dinamismo económico.

•Posible ver medidas de corrección de los bancos centrales.

•Continúa abriéndose la brecha con países desarrollados: HSBC.

 

· Alta inflación amaga a países emergentes

La inflación seguirá como un riesgo característico de los países emergentes.

 

Junto con el alto crecimiento, la subida de los precios continuará abriendo la brecha entre las economías desarrolladas y emergentes.

 

Sin embargo, la inflación y el sobrecalentamiento de las naciones líderes podrían representar un riesgo una vez que inicie el proceso de ajuste de las tasas de interés a nivel mundial.

 

En entrevista con EL FINANCIERO, Sergio Martín Moreno, economista en jefe de HSBC México, explica que los países emergentes atraviesan una serie de presiones inflacionarias que continuarán a medida que las economías mantengan dinamismo.

 

Advierte que ante las subidas de precios y la apreciación de las monedas locales, es posible ver medidas de corrección por parte de los bancos centrales.

 

"Las economías emergentes están tomando una serie de medidas para aminorar los impactos de la liquidez que ha sido muy abundante, ha habido flujos muy considerables y hay medidas que van desde controles de capital o, incluso, un apretón cuantitativo a través de una restricción de crédito."

 

Dice que dentro de las recomendaciones para contener el posible sobrecalentamiento está la restricción de la expansión fiscal.

 

"Se trata de bajar los estímulos lo más posible para que eso enfríe un poco las economías. En el mediano plazo, mientras más llegue el auge económico en las economías emergentes, en esa medida, cuando se retiren los flujos de capital y se ajusten las tasas, mayor será el impacto negativo en las economías."

 

En tanto, los procesos de recuperación mantienen diferencias abismales, pues el crecimiento promedio potencial anual de los mercados emergentes es de entre 6 y 7 por ciento, mientras en las economías desarrolladas apenas ronda 2 o 3 por ciento.

 

"Los emergentes tienen una porción de 25 por ciento del PIB global, Estados Unidos tiene otro 25 por ciento; sin embargo, hay quienes afirman que en los próximos 15 a 20 años la economía de China, por sí sola, podría superar a EU."

 

En el cuarto trimestre de 2010, el Índice de Mercados Emergentes (EMI) de HSBC alcanzó 55.7 unidades, impulsado por una recuperación en la actividad manufacturera; se trata de un avance desde los 54.2 puntos, la referencia más baja en cinco trimestres registrada durante los tres meses anteriores.

 

No obstante, el ritmo de expansión fue inferior al registrado en el cuarto trimestre de 2009 y el primer semestre de 2010.

 

México, tibio

 

Para México, el panorama ofrece ventajas. Al ser parte del grupo de naciones emergentes se ha visto favorecido por las preferencias para invertir, y aunque no muestra un dinamismo económico excepcional, tampoco tiene una exposición fuerte al riesgo de sobrecalentamiento y presiones inflacionarias.

 

"La demanda doméstica ha sido lenta y parece ser que va a continuar así, la recuperación lenta no permite que haya un incremento fuerte en los precios, las empresas buscan absorber costos porque la demanda no es suficientemente fuerte."

 

Para Sergio Martín Moreno, será hasta el primer trimestre de 2012 cuando la demanda podría poner presión en los precios, hasta ocasionar un ajuste al alza en las tasas de referencia.

 

En el caso de México, la recuperación irá más lenta. "El comportamiento del PMI manufacturero muestra que el índice, al seguir por arriba de 50 puntos, refleja que el sector sigue en expansión, aun cuando presenta una tendencia a la moderación."

 

El economista explica que las previsiones para México han mejorado, pues se espera un crecimiento de 4.1 por ciento, impulsado mayormente por un ajuste en Estados Unidos, que -a su vez- se deriva de la segunda ronda de relajación cuantitativa aplicada por la Reserva Federal, y la ampliación de los programas de estímulo.