México pierde poco a poco la ventaja geográfica (El Financiero 18/02/11)

(Viridiana Mendoza Escamilla) 

Viernes, 18 de febrero de 2011

Con los avances tecnológicos y las nuevas facilidades para transportar mercancías, México pierde poco a poco la ventaja geográfica de ser vecino de Estados Unidos, lo cual lo deja expuesto al riesgo de rezago en comparación con otros países, como Chile, que han realizado reformas para dar mayor dinamismo a su economía.

Luis Pazos, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), señaló que la falta de cambios estructurales ha dejado al país desprotegido ante el impacto de la caída en la producción petrolera.

Por el contrario, apuntó, Chile ha logrado desarrollar mecanismos de defensa ante la variación de los precios del cobre.

En la conferencia "Reformas económicas exitosas - caso Chile. ¿Qué podemos hacer en México?", organizada por la fundación Friedrich-Naumann-Stiftung für die Freiheit, añadió que en México han sido los intereses económicos detrás de los partidos políticos los que han frenado las reformas energética, fiscal y laboral.

"Si México contara con los cambios estructurales necesarios crecería no sólo a los mismos niveles de Chile, en 5 o 6 por ciento, sino a tasas similares a las de los países emergentes más dinámicos como China o India."

La posibilidad de que la producción petrolera se agote es un riesgo que no se ha considerado de manera real, dijo Pazos, pues implica que México podría disminuir su ritmo de crecimiento y perder todavía más competitividad ante los mercados como Chile y Brasil, que mantienen un nivel agresivo de crecimiento y competitividad.

"Sin la apertura del sector energético, que no necesariamente implica una privatización como tal, México gasta 40 mil millones de dólares anuales en la exploración de pozos que no producen petróleo."

Rodolf Lüders, exministro de Hacienda y Economía y Fomento y Reconstrucción de Chile, refirió que para su país el proceso de reformas inició en los años setenta.

Desde entonces ha vivido una transición a una economía más eficiente y abierta con 70 tratados de libre comercio, una política de libre importación que implica bajos aranceles para los bienes extranjeros, y una privatización ordenada de los bienes públicos como el cobre.

Luis Pazos expuso: "México y Chile tienen antecedentes parecidos; sin embargo, las reformas han significado la diferencia entre que México tenga una inversión extranjera anual de 170 dólares por habitante y en Chile alcance los mil dólares por habitante.

"La cuestión más preocupante para el futuro de los cambios estructurales en nuestro país es que parece que no hay izquierda ni derecha; sólo hay intereses económicos, que son los que frenan las posibilidades de cambio."