G-20 llega a acuerdo para medir los desequilibrios financieros (El Financiero 21/02/11)

Viridiana Mendoza Escamilla

Lunes, 21 de febrero de 2011

•Detección y corrección de riesgos potenciales, objetivo.

•Los ministros de Finanzas delinean plan de 2 fases.

•Dejan fuera control cambiario; inquietan flujos de capital.

Aspecto de la reunión del G-20 en París.

· Acuerda G-20 medidas contra la crisis global

La discusión de la reunión ministerial del G-20, celebrada el fin de semana en París, desembocó en un acuerdo para el monitoreo de los desequilibrios económicos globales.

El déficit público, la deuda, las tasas de ahorro privado o la balanza en cuenta corriente y el tipo de cambio de las distintas monedas, son algunos de los temas que el grupo de las 20 naciones industrializadas y emergentes más grandes del mundo decidió monitorear para evitar mayores desequilibrios.

En un plan de dos fases, el G-20 buscará el diseño de indicadores que permitan la detección y corrección de riesgos potenciales para la economía y el mercado financiero global.

En la primera fase, que será completada en la reunión del G-20 en abril, los países deberán decidir cuáles serán las líneas de acción para la corrección de los desequilibrios en los temas mencionados.

"Nuestro objetivo es llegar a un acuerdo en la próxima reunión en abril, relativo a cuáles serán las directrices a evaluar en cada uno de los indicadores, reconociendo la necesidad de tener en cuenta las circunstancias nacionales o regionales, incluidos los grandes productores de bienes básicos", señala el comunicado final de la reunión.

Para la segunda fase se definirá un calendario para que en 2011 se desarrolle un plan de acción, para poner en práctica un nuevo acuerdo a favor del crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado.

Como parte del proceso, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proporcionará una evaluación dentro del Proceso de Evaluación Mutua sobre el progreso hacia la sostenibilidad externa y la coherencia de las políticas en la reunión de octubre.

"Para ese entonces se discutirá un plan de acción basado en el análisis de las causas de los desequilibrios persistentes sobre la base de las directrices acordadas. También se realizará una evaluación de los progresos realizados en el cumplimiento de los compromisos adoptados con anterioridad."

Desafíos

La representación china firmó el acuerdo el sábado por la tarde, pese a que la vigilancia del sistema monetario fue uno de los temas que capturó especial importancia.

Sin embargo, el acuerdo parece un punto a favor para el gigante asiático, pues no se aprobó todavía ningún mecanismo de regulación o control cambiario.

En un discurso pronunciado el viernes en París, Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, dijo que es necesario diseñar mecanismos para un monitoreo adecuado de los flujos de capital. Reiteró que el equilibrio global requiere una justa apreciación de las divisas acorde a los movimientos de los mercados y el crecimiento de cada país.

"La crisis financiera mundial se está resolviendo, pero los flujos de capital plantean algunos desafíos notables para la estabilidad macroeconómica y financiera internacional.

"Estos flujos de capital reflejan en parte el carácter continuado de dos velocidades de la recuperación mundial: el crecimiento económico en los mercados emergentes está superando con mucho el crecimiento de las economías avanzadas."

Christine Lagarde, ministra de Finanzas de Francia, indicó en un comunicado que el crecimiento equilibrado y sostenible seguirá siendo un reto complicado para el G-20 en tanto haya un escenario donde "China ahorra y exporta, Estados Unidos pide prestado y consume, y Europa hace esfuerzos enormes por retomar el equilibrio".

Por parte de México, las medidas acordadas en el encuentro han sido bien recibidas. Versiones de la prensa europea señalan que el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, afirmó en una rueda de prensa que los mecanismos permitirán no sólo medir mejor los desequilibrios, sino que apoyarán también a absorber los choques económicos.