El mundo laboral está en ruinas, asegura la OIT (El Financiero 21/02/11)

El mundo laboral está en ruinas, asegura la OIT (El Financiero 21/02/11)

Zenyazen Flores

Lunes, 21 de febrero de 2011

•Hay más de 200 millones de personas desempleadas.

 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) aseguró que el mundo laboral está en ruinas debido a que aumenta el número de trabajadores en un empleo vulnerable, mientras que los salarios registran una reducción de la mitad como resultado de la crisis.

 

Al conmemorar el Día Mundial de la Justicia Social, Juan Somavia, director general de la OIT, señaló que a las mujeres y los hombres sin trabajo ni forma de ganarse la vida, no les importa que sus economías crezcan anualmente 3, 5 o 10 por ciento, si ese avance los deja rezagados y desprotegidos.

 

Indicó que actualmente hay más de 200 millones de personas desempleadas en el mundo, de las cuales 80 millones son jóvenes.

 

En tanto, los trabajadores en empleo vulnerable suman 1.5 millones, y va en ascenso el número de trabajadores pobres (630 millones) que viven junto a sus familias con 1.25 dólares o menos al día.

 

Al mismo tiempo se incrementan las desigualdades a nivel mundial, toda vez que la crisis ha reducido a la mitad el crecimiento de los salarios, ha disminuido la movilidad social fruto del trabajo, y ha atrapado a más y más individuos en empleos mal remunerados.

 

Protección social

 

"La brecha de los ingresos también está aumentando en algunos países. Los jóvenes enfrentan la probabilidad cada vez mayor de no encontrar nunca un trabajo decente y corren el riesgo de convertirse en una generación perdida. La clase media generalmente se encuentra desorientada y yendo hacia atrás."

 

Los países deben ofrecer una seguridad social que sea sostenible desde el punto de vista fiscal, con el fin de otorgarla a ocho de cada diez personas en el mundo que carecen de la misma, comenzando por un piso básico de protección social universal.

 

En ese sentido, el directivo sugirió que para avanzar hacia una nueva era de justicia social, los gobiernos tienen que reconocer que el trabajo no es una mercancía.

 

"Las políticas deben basarse en los valores humanos de solidaridad, dignidad y libertad. El trabajo no es sólo un costo de producción; es una fuente de dignidad personal, estabilidad familiar y paz en la comunidad."

 

También consideró que el empleo debe ser el objetivo central como componente prioritario de las políticas macroeconómicas, junto con la baja inflación y las cuentas fiscales en orden.

 

Se deben estimular las inversiones y ayudar a los inversionistas en pequeñas empresas, en sectores de empleo intensivo, en mercados de trabajo inclusivos y en el desarrollo de calificaciones.