Edad del jefe y pobreza (El Financiero 28/03/11)

Araceli Damián*

Lunes, 28 de marzo de 2011

Entre las variables comúnmente asociadas con la pobreza está la edad del jefe del hogar. Esta relación se da en sentido inverso, es decir que a menor edad del jefe más pobreza.

Lo anterior debido a que los padres, cuando son jóvenes, tienen fuertes demandas de recursos, tanto de ingresos como de tiempos, asociadas a la constitución de la familia.

La mayor demanda de tiempo para el cuidado de menores reduce las posibilidades de la participación en el mercado laboral, sobre todo de las mujeres, quienes por lo general se hacen cargo de éstos y del trabajo doméstico. Por otra parte, los jóvenes (hombres y mujeres) enfrentan empleos mal remunerados, so pretexto de su falta de experiencia laboral.

No nos referimos a los hogares con jefes menores de 20 años de edad, ya que según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), en 2008 representaban sólo 0.6 por ciento de la población nacional y 0.2 por ciento de la del DF, por lo que los datos para este grupo poblacional no son representativos.

En los hogares encabezados por jefes de 21 a 30 años de edad vivía 8.7 por ciento de la población total del DF, 22.3 por ciento en los de 31 a 40 años de edad. La tendencia a concentrar mayor proporción de población continúa en el estrato de 41 a 50 años de edad (25.6 por ciento) y llega a su máximo en el de los de 51 a 67 años de edad (30 por ciento del total de población), para reducirse en los que el jefe tenía 68 años o más (13.1).

La gráfica anexa presenta la población agrupada según la edad del jefe del hogar y el estrato de pobreza medida con el Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP), que incluye las variables de ingreso, tiempo y necesidades básicas insatisfechas (acceso a servicios de salud y seguridad social, rezago educativo, vivienda, etcétera; para una explicación consultar www.julio.boltvinik.org, "Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el florecimiento humano", capítulo 16).

En la gráfica se puede ver que es muy clara la tendencia de padecer mayor pobreza cuando la edad del jefe del hogar es menor. Sumando el porcentaje de indigentes (población que cubre menos del 50 por ciento de las normas) con el de los pobres no indigentes (que cubren el 50 por ciento y hasta menos el 100 por ciento de las normas), tenemos que la pobreza afecta a 83.6 por ciento de la población viviendo en hogares con jefes de 21 a 30 años de edad, este porcentaje baja hasta llegar a 54.4 por ciento en los que el jefe tenía 68 años o más.

De la gráfica también podemos deducir que la pobreza es más aguda en los hogares con jefes más jóvenes, ya que la población indigente representa 35.4 por ciento del total en los hogares con jefes de 21 a 30 años de edad frente a 7.7 por ciento en los de 68 años o más.

Con base en los datos podemos identificar grupos de hogares según características de la pobreza y edad del jefe. De esta forma, la pobreza baja de manera importante en la población que vive en hogares con jefes de 31 a 40 años de edad, y se mantiene casi en el mismo nivel (alrededor del 70 por ciento) en los que el jefe tiene 41 a 50 años de edad. En los dos últimos grupos de edad del jefe (51 a 77 años y 68 o más) la pobreza tiene niveles muy similares (alrededor del 55 por ciento).

Una posible explicación del porqué la pobreza baja fuertemente a partir del grupo de edad de 51 a 67 años de edad es que aumenta el número de miembros disponibles para trabajo extradoméstico, se reduce considerablemente el número de menores en el hogar y se ha alcanzado un nivel satisfactorio en distintos aspectos del bienestar en los que se pueden hacer mejoras de manera paulatina y que dependen de la inversión acumulada, por ejemplo a nivel de hogar la vivienda y para los individuos la educación.

La diferencia es notable si consideramos que los no pobres representan sólo 17 por ciento de la población viviendo en hogares con jefe de 21 a 30 años de edad, mientras que alcanza 45.6 por ciento entre la población que vive en los de jefes con 68 años o más (45.6 por ciento, ver gráfica).

Los datos muestran la necesidad de construir instrumentos de política social que ayuden a mejorar las condiciones de vida en los hogares de reciente creación. Es importante considerar, además, que éstos albergan una proporción mayor de menores de hasta 12 años de edad, que se encuentran en etapas críticas del desarrollo, que se puede ver afectado debido a la pobreza.

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