Requiere AL más educación (Reforma 29/04/11)

Requiere AL más educación (Reforma 29/04/11)

 

El Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, durante una sesión del Foro Económico Mundial para América Latina.

Foto: AP

   

Advierten como riesgos potenciales una desaceleración del crecimiento de China y una transformación política en Estados Unidos

 

Alberto Armendáriz / Corresponsal

  

Río de Janeiro,  Brasil (29 abril 2011).- Educación, educación, educación. Ese es el sector donde deben concentrarse los esfuerzos y las inversiones en América Latina, si se quiere que esta sea la década dorada de la región, coincidieron la mayoría de los 70 líderes políticos, empresariales y académicos que desde ayer participan en Río en el sexto Foro Económico Mundial para América Latina.

 

El optimismo sobre el futuro de la región fue evidente en los numerosos páneles que se realizaron durante el multitudinario encuentro el Hotel Intercontinental, que terminará hoy con la participación de la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

 

Resaltaron el fortalecimiento de la democracia y los avances sociales alcanzados en los últimos años, que han permitido el crecimiento de una pujante clase media en gran parte de los países. También se destacó que el continente tiene una población joven –un promedio de 27 años-, enérgica, libre de conflictos religiosos y guerras, y es rico en materias primas –alimentos y minerales- que están en franca demanda en todo el mundo, pero la educación será clave para dar un salto cualitativo hacia adelante.

 

"La economía del siglo 21 será una economía basada en los servicios y por eso no sólo tenemos que invertir más en educación sino también en ciencia, tecnología e innovación", afirmó el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.

 

La ampliación de la educación básica ha sido un gran logro para empezar a superar las desigualdades que plagan América Latina, pero ahora se tiene que apuntalar la preparación más especializada de los niños y jóvenes de la región, para que puedan tener éxito en un mercado global cada vez más competitivo y exigente, e impulsar la región hacia el crecimiento más integral y sostenido.

 

"Hay que aprender a educar más y mejor. El real problema hoy no es el acceso a la educación básica, sino a la educación que prepara para la competencia en el mercado laboral. Y América Latina todavía invierte en este campo mucho menos que China, por ejemplo. Si los países de la región estrechan el vínculo entre inversiones y educación, será posible asegurar un crecimiento más inclusivo", destacó Rebeca Grynspan, secretaria general adjunta de Naciones Unidas y administradora asociada del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

 

Con ellos concordó Orlando Ayala, presidente del área de Mercados Emergentes de Microsoft, para quien la política pública de educación latinoamericana es lamentable; tanto respecto a su calidad como el prestigio y la remuneración que tiene la profesión de maestro, la motivación de los alumnos, las horas de estudio, y los resultados en áreas clave como las ciencias y las matemáticas.

 

"Debemos hacer una apuesta agresivísima en la calidad de la educación; ahí no hay opción. Si América Latina no ataca estos temas, se va a quedar atrás", dijo Ayala, para quien las inversiones en educación se deben fortalecer desde la primera infancia. "Es un tema del que los gobiernos hablan mucho pero no se tiene el coraje y el valor de tomar la acción".

 

Ya en referencia a otros desafíos que enfrenta la región, muchos participantes apuntaron a problemas macroeconómicos relacionados con el momento actual, el boom de las commodities compradas en gran cantidad por China y los grandes flujos de capitales que llegan a América Latina que, en varios países, han llevado a alzas de inflación así como la sobrevaluación de sus monedas.

 

"Creo que una de las mayores preocupaciones de la región, de los países emergentes, es cómo lidiar con las presiones inflacionarias derivadas de un crecimiento del 6 por ciento anual", dijo Moreno, para quien también los problemas en la infraestructura de la región son un obstáculo al crecimiento, con un marco incapaz de absorber bien las inversiones.

 

En este sentido, el analista Mauricio Cárdenas, de la Brookings Institution, en Washington, advirtió sobre dos riesgos potenciales para América Latina: una desaceleración del crecimiento de China, que lleve a comprar menos materias primas de la región; y que la transformación política en Estados Unidos desemboque en un ajuste fiscal abrupto o una mayor fragmentación política que distancien al país más de sus vecinos al sur.

 

"América Latina sufriría las consecuencias, ya sea en los inmigrantes latinos y sus remesas, o en posturas contra la integración comercial con la región", señaló.

 

Por su parte, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llamó la atención sobre el aumento del crimen organizado, que maneja desde el narcotráfico y el lavado de dinero hasta la prostitución y la piratería intelectual.

 

"Es un desafío serio, que está creciendo y requiere de una acción colectiva eficiente", aclaró.

 

Divide a Brasil asiento en la ONU

 

En su rol de potencia emergente, Brasil reafirmó ayer su compromiso con el futuro de sus vecinos latinoamericanos, pero aclaró que si logra acceder a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo utilizará para promover sus intereses nacionales, resaltó el Canciller brasileño, Antonio Patriota.

 

"Nuestro futuro está conectado directamente con nuestros vecinos", dijo Patriota al intervenir en el Foro.

 

Sin embargo, cuando surgió el tema de la constante aspiración brasileña a una banca permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, remarcó que si bien Brasil podría representar los intereses regionales, el puesto será para su país y no para un delegado de la región.

 

"La verdad es que la participación en el Consejo de Seguridad de la ONU es a título individual; la ONU son las naciones unidas, no las regiones unidas. En la medida que pueda haber coordinación, la habrá", indicó el Ministro de Relaciones Exteriores durante un panel sobre el papel de América Latina en el sistema de gobierno global.

 

En la misma sesión, José Miguel Insulza, se preguntó quién podría oponerse a la permanencia de Brasil en el Consejo.

 

"Ese puesto de Brasil en el Consejo va a reforzar la unión de la región, sería un gran paso, sería excelente", afirmó convencido.