Urge una política agropecuaria de largo plazo: Víctor Villalobos (El Financiero 18/08/11)

Urge una política agropecuaria de largo plazo: Víctor Villalobos (El Financiero 18/08/11)

Leticia Rodríguez López

Jueves, 18 de agosto de 2011

•Ayudaría a enfrentar volatilidad en los precios de alimentos.

•Pequeños productores deben jugar un papel fundamental.

•Sugiere replantear esquema de subsidios para el campo.

 

· URGE POLÍTICA AGROPECUARIA

México requiere contar con una política agropecuaria de Estado, con una visión de largo plazo, transexenal, lo que ayudaría a enfrentar el problema de altos precios de los alimentos, la volatilidad y la escasez de productos a nivel internacional, que prevalecerá por varios años, así como el entorno de incertidumbre económica financiera mundial.

 

El director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Víctor Villalobos Arámbula, consideró que la seguridad alimentaria debería ser parte esencial de una política de Estado para garantizar una agricultura más eficiente y más rentable, donde los pequeños productores jueguen un papel fundamental.

 

Recomendó replantear el esquema de subsidios que se otorgan al campo y reorientar los recursos para fortalecer la capacitación del personal técnico, impulsar el desarrollo tecnológico, científico, la innovación e incrementar la productividad del sector.

 

Sería conveniente analizar de manera crítica cuántos recursos en realidad se van a esos rubros y cómo se refleja en el bienestar de la comunidad, porque la productividad va en descenso y la pobreza en aumento, dijo.

 

En ese sentido destacó la necesidad de realizar un estudio profundo sobre la distribución de los recursos, que contribuya a la toma de decisiones, y actualmente los tiempos son muy propicios porque habrá un cambio de gobierno, aunque atender esta situación va más allá de cuestiones partidistas.

 

Villalobos Arámbula afirmó que en México existen las condiciones para que la agricultura sea parte del desarrollo del país, y no sólo un proveedor de materias primas.

 

Tiene que ser una actividad que abone a mejorar la calidad de vida de la sociedad, que sea más equiparable entre las comunidades urbanas y rurales, donde los jóvenes no abandonen el campo porque no ven futuro.

 

Debemos "diseñar nuestro propio sistema, definir hacia dónde se quiere ir. En los próximos 20 años qué va a ser del país en materia de seguridad alimentaria, cuando vamos a tener 30 millones de habitantes más", comentó el director del IICA, de origen mexicano, quien recientemente visitó nuestro país, donde desarrolló diversas actividades.

 

Oportunidad

 

Frente a los elevados precios de los alimentos y su volatilidad, que no se resolverá en el corto plazo, se presenta una "oportunidad de oro" para la agricultura, no sólo de México, sino de los demás países del continente americano, que cuenta con la capacidad para jugar un papel determinante para garantizar la alimentación mundial.

 

Más que pensar en la creación de un bloque sería conveniente trabajar en la consolidación de una política hemisférica, donde se asuma un papel importante de la oferta alimentaria, con una visión estratégica de la agricultura para el desarrollo de los países y los negocios.

 

Y es que en el continente hay un eje con dos polos de desarrollo y oferta de alimentos: el norte y el sur, que entre los dos tienen la capacidad de garantizar la seguridad alimentaria de la humanidad, sin menospreciar lo que aporten otras regiones, ya que cuentan con recursos naturales, tecnología e inclusive con potencial de expandir la frontera agrícola.

 

Sin duda, agregó, Argentina, Brasil, Estados Unidos y Canadá jugarán un papel preponderante, así como México, que tiene una posición privilegiada y una particular situación por su agricultura especializada y diversificada en cuanto a la oferta de productos: granos, cárnicos, hortalizas, frutas y verduras.

 

Sobre la forma en que se podría consolidar esta política en el hemisferio explicó que el IICA tiene por mandato la cooperación técnica, y dentro de sus prioridades está la seguridad alimentaria y el cambio climático, por lo que con voluntad política y una instrucción por parte de las autoridades de agricultura se podría adoptar una estrategia de esa naturaleza.

 

En el caso de México insistió en que a pesar de que se han tenido avances es necesario dar ese paso hacia las políticas de Estado, transexenales, para que haya continuidad en los programas.

 

Hizo referencia a la experiencia de Brasil, que presentaba una dependencia de importaciones de alimentos, pero definió una política para convertirse en un país no sólo autosuficiente, sino proveedor de alimentos a nivel mundial.

 

Ahora se ven los resultados de esa revolución agrícola que hizo en los últimos diez años, donde gran parte del éxito ha sido la inversión en el desarrollo tecnológico, en capital humano y en infraestructura, no sólo del gobierno, sino de la iniciativa privada.

 

Respecto al Tratado de Libre Comercio México-Perú consideró que desde la óptica de la agricultura podría ser benéfico para nuestro país, al representar otra salida para los productos, y no ser tan dependientes de un mercado como el de Estados Unidos, porque ya se han visto los costos cuando hay problemas financieros y económicos.

 

Finalmente negó que pueda haber un riesgo fitosanitario, porque hay reglas establecidas que se deben respetar, con tratados o sin ellos.