Para el BIS, las plazas bursátiles se llevaron la peor parte (El Financiero 03/03/08)

Para el BIS, las plazas bursátiles se llevaron la peor parte (El Financiero 03/03/08)

Ari Audi

Lunes, 3 de marzo de 2008

Reajuste generalizado en la valoración de los riesgos.

 

Tras un diciembre relativamente tranquilo, en el que casi no se observaron cambios en los mercados, los crecientes síntomas de desaceleración en la economía real provocaron un reajuste generalizado de la valoración de los riesgos para la expansión, y con ello de las expectativas sobre la senda de la política monetaria, señala el informe trimestral del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).

 

Aunque las tensiones en los mercados monetarios remitieron en cierta medida durante el periodo examinado, los débiles datos macroeconómicos procedentes de Estados Unidos, sumados a las nuevas y voluminosas pérdidas contables asumidas por algunos bancos y a la inquietud suscitada por los garantes financieros, avivaron la percepción de que las tensiones financieras mundiales acabarían afectando a la economía real.

 

Al percatarse los inversionistas de que las repercusiones de la crisis crediticia podrían no circunscribirse a la Unión Americana, los mercados de activos registraron pérdidas generalizadas.

 

Los diferenciales de rendimiento, que de hecho ya venían reflejando el temor a una debilidad económica más amplia de lo esperado, alcanzaron nuevos máximos conforme aumentaba la tensión en el sector financiero.

 

Los mercados bursátiles cayeron con fuerza en enero, al revisar a la baja los inversionistas sus expectativas de rentabilidad, aunque repuntaron en febrero hasta superar a los de renta fija debido a una sucesión de medidas de política monetaria en EU.

 

Los inversionistas, a su vez, no tardaron en descontar medidas de relajación monetaria adicionales por parte de la Reserva Federal estadounidense y de otros bancos centrales, en anticipación de nuevas señales de desaceleración.

 

El rendimiento de la deuda pública a largo plazo indexada a los precios se redujo incluso más que el de los bonos con rendimientos nominales, empujando con ello al alza las tasas de inflación de equilibrio en Estados Unidos.

 

Agitación

 

Aunque en un principio los precios de las principales economías industriales reaccionaron en mayor medida, numerosos mercados emergentes empezaron a resentirse claramente durante el periodo analizado, ante el temor a que la desaceleración económica fuese más amplia de lo previsto.

 

Los mercados bursátiles se llevaron la peor parte, incluso aquellos que previamente habían mostrado mayor aguante.

 

La actividad en los mercados internacionales de deuda mantuvo su indolencia en el cuarto trimestre, en plena agitación de los mercados financieros.

 

Aunque la emisión neta de bonos y pagarés alcanzó 487 mil millones de dólares, frente a los 399 mil millones del trimestre anterior, su tasa de crecimiento interanual cayó hasta 45 por ciento, tras haberlo hecho a menos 23 por ciento en el trimestre anterior.

 

Las instituciones financieras de los países desarrollados se mostraron especialmente comedidas, pasando su emisión neta de 363 a 351 mil millones de dólares en apenas un trimestre, aproximadamente la mitad del nivel alcanzado un año antes.

 

En cambio, la emisión de las sociedades no financieras logró cuotas relativamente altas, con 30 mil millones de dólares en términos netos, lo que supone una tasa de crecimiento interanual positiva de 21 por ciento.

 

Las estadísticas más recientes del BIS sobre derivados negociados en bolsa, correspondientes al cuarto trimestre, también indican un sustancial descenso de actividad, invirtiéndose en este caso la trayectoria del tercer trimestre, cuando las turbulencias de los mercados financieros generaron el mayor nivel de contratación registrado hasta la fecha.

 

El mayor descenso se produjo en el segmento sobre tasas de interés a corto plazo, al reducirse el importe nocional de los contratos en vigor de 535 a 405 millones de millones de dólares en un trimestre.