Noruega, modelo que llevó al liderazgo tecnológico (El Financiero 03/03/08)

Noruega, modelo que llevó al liderazgo tecnológico (El Financiero 03/03/08)

Esther Arzate

Lunes, 3 de marzo de 2008

Statoil, estatal que compite y cotiza en bolsa: Solem.

Aplican régimen impositivo especial a las petroleras.

La planeación comenzó hace menos de 50 años.

 

 

Knut Solem. (Foto: Arturo Monroy)

Hace poco más de cuatro décadas Noruega no tenía reservas petroleras ni experiencia en el sector de hidrocarburos. Sin embargo, ahora es uno de los líderes mundiales en exploración y desarrollo de yacimientos localizados en aguas profundas y uno de los mayores exportadores de gas natural y petróleo.

 

Es un país que sin tener una historia petrolera como la de México, y con poco menos de cinco millones de habitantes, ha sabido administrar sus hidrocarburos, lo que le ha permitido mantener a Statoil como una empresa petrolera estatal con presencia internacional, lograr elevados niveles de renta petrolera y acumular un fondo de pensiones por más de 350 mil millones de dólares.

 

Noruega es el sexto productor de gas natural con un volumen de ocho mil 477 millones de pies cúbicos al día y ocupa el sitio 14 en términos de reservas probadas de ese energético, con 82 billones de pies cúbicos. Además, ocupa el lugar 11 entre los principales productores de petróleo, con un promedio diario de 2.4 millones de barriles. Aunque su producción de crudo está en declive, tiene un alto desarrollo tecnológico.

 

En entrevista, el embajador de Noruega en México, Knut Solem, dijo que el lugar que alcanzó Noruega se debe a políticas de desarrollo ejercidas en ese país: los 19 condados que integran Noruega suministran algún producto o servicio a la industria petrolera del país y el contenido nacional de los proyectos es de 60 por ciento, y hasta tienen un alto porcentaje de ventas en el extranjero.

 

La historia petrolera de Noruega se remonta a 1962, cuando Phillips Petroleum solicitó la concesión para explorar y producir gas y petróleo a lo largo de la Plataforma Continental Noruega (PCN), y en 1963 el Parlamento proclamó la soberanía de Noruega sobre todo ese territorio. El rey, por medio del gobierno, definió las condiciones para otorgar derechos de exploración y producción sobre los recursos del subsuelo en el lecho marino.

 

Noruega creó el Ministerio del Petróleo y la Energía (MPE), responsable del manejo de los recursos petroleros de acuerdo con los lineamientos establecidos por el Parlamento. También estableció el Directorado Noruego del Petróleo, que es una agencia asesora del ministerio en dirección, exploración y producción de los yacimientos petroleros, y es responsable de la contabilidad oficial de los recursos petroleros noruegos.

 

Desde que descubrió su potencial petrolero y gasífero, Noruega decidió permitir la participación de petroleras extranjeras y atrajo a proveedores de la industria para que establecieran unidades de producción en su territorio.

 

En Noruega operan Shell, Chevron, Exxon y British Petroleum, pero también están registradas decenas de compañías pequeñas nacionales y extranjeras que participan en rondas de licitaciones de campos maduros o con potencial de hidrocarburos menores.

 

El Ministerio de Finanzas de Noruega aplica a todas las empresas un impuesto al ingreso por sus ventas de crudo, como al resto de las actividades económicas, pero también un régimen impositivo especial para las actividades petroleras porque las compañías reciben la concesión de explotar un recurso valioso, escaso y no renovable que pertenece a la nación. Ello representa, en total, el 78 por ciento de las utilidades. Es uno de los impuestos más elevados en el ámbito mundial.

 

Statoil, desde 1972

 

Según la consultoría Analítica Energética, para cuidar los intereses comerciales del Estado en el sector petrolero el Parlamento creó en 1972 a Statoil, que participaba con al menos el 50 por ciento en todas las licencias que otorgaba el MPE: operó así hasta 1985, cuando la petrolera tuvo la capacidad operativa para competir por el desarrollo de campos con otras compañías privadas.

 

Hoy Statoil es una empresa integrada desde la exploración hasta la distribución. Sólo la mitad de sus más de 26 mil empleados trabaja en Noruega, el resto lo hace en 33 países en los que la empresa tiene representaciones, en 15 de las cuales realiza actividades de exploración y producción.

 

En 2001 el Estado decidió privatizar parte de Statoil. Conservó el 70.9 por ciento de participación en la empresa y el resto de las acciones las listó en la Bolsa de Valores de Oslo y de Nueva York. En 2007 se fusionó con Hydro, conglomerado industrial público-privado fundado en 1905 y que empezó a participar en energía en 1965. Hydro opera 13 campos de gas y aceite en Noruega, Rusia, Canadá y Angola.

 

El embajador rechazó que la privatización de una parte del capital social de Statoil respondiera a una descapitalización, incapacidad operativa o falta de transparencia. "Fue una decisión política del Parlamento y hubo un debate previo", comentó. Tenía que quedar claro que Statoil funcionaría como cualquier empresa y que al cotizar en bolsa se iba a manejar con criterios empresariales y de negocio, dijo.

 

Admitió que siempre habrá un debate sobre el puntaje ideal del capital privado en la compañía, pero hasta ahora ese modelo de operación y negocio es el que mejor le ha funcionado a la compañía.

 

Solem destacó que en 1985 se creó la Inversión Financiera Directa del Estado (IFDE) y Petroro AS es la entidad estatal responsable de esa inversión. Petroro es una especie de banco petrolero estatal que invierte en proyectos petroleros o de gas de manera independiente a Statoil Hydro, garantizando el futuro de las siguientes generaciones.