Se relajará la postura monetaria de agravarse la desaceleración (El Financiero 08/09/11)

Se relajará la postura monetaria de agravarse la desaceleración (El Financiero 08/09/11)

Marcela Ojeda Castilla

Jueves, 8 de septiembre de 2011

•Banxico, de los pocos bancos centrales con margen de maniobra.

•Carstens advierte largos periodos de bajo crecimiento.

•"No sería sano minimizar riesgos del entorno global".

 

· BANXICO PODRÍA AJUSTAR LA POLÍTICA MONETARIA

Si la desaceleración económica en el mundo se agravara o las posturas monetarias en los países avanzados se hicieran aún más laxas, el Banco de México (Banxico) estaría en condiciones de ajustar la postura monetaria sin poner en riesgo el objetivo de la estabilidad de precios, anticipó Agustín Carstens.

 

El gobernador del Banxico enfatizó que en verdad muy pocos bancos centrales en el mundo cuentan hoy con tal margen de maniobra, y que esto es posible gracias a que la política monetaria ha sido congruente con el objetivo de reducir la incertidumbre.

 

Durante la conferencia magistral en el Segundo Foro Nacional Temático de Debate hacia un Nuevo Proyecto Nacional de Desarrollo, organizado por el Colegio Nacional de Economistas, también destacó que México ha aplicado la mejor fórmula para no inhibir el crecimiento.

 

Sin embargo, advirtió que no se debe incurrir en la autocomplacencia, ya que aún quedan muchas cosas por resolver, como la aprobación de las reformas estructurales y "no sería sano minimizar los riesgos del entorno global".

 

Dijo que en el mejor de los casos se podrá evitar una nueva recesión, pero dado que hay varios países en una situación francamente endeble, no se podrán eludir tiempos difíciles y largos de bajo crecimiento económico, particularmente en Estados Unidos y Europa.

 

Entre tanto, anotó que la fórmula de México ha sido mantener una política monetaria responsable; resistir el "canto de las sirenas" para incurrir en el activismo fiscal y monetario en las etapas más agudas de la crisis, y reducir sistemáticamente los factores de incertidumbre en el país, que hoy se distingue entre el resto del planeta.

 

"Está claro que la congruencia macroeconómica y la consigna de reducir factores de incertidumbre deben seguir siendo la base para el futuro", apuntó Carstens, al advertir que ante las pobres expectativas de crecimiento externo, hoy es mucho más urgente atender las asignaturas pendientes.

 

"No recibiremos el impulso del exterior al que hemos estado acostumbrados, por lo que sólo dinamizando la economía interna lograremos crecer más y crear los empleos que aspiramos, lo que sólo se alcanzará de manera idónea si en este mismo sexenio se aceleran las reformas estructurales", afirmó.

 

Desafío

 

Asimismo, subrayó que gran parte de la crisis financiera global ha sido resultado de malas políticas públicas y de lecciones del pasado a las que las economías avanzadas no pusieron atención.

 

Acusó que a tres años del estallido de la crisis, el resultado es que las políticas adoptadas no han producido lo que se prometió en cuanto a la evolución de la actividad económica.

 

"Específicamente, la promesa era que mediante las políticas públicas se podría evitar el ciclo económico recesivo y, sobre todo, que se evitarían decisiones dolorosas y difíciles, pero las respuestas ante la crisis en Estados Unidos y Europa no han generado el crecimiento económico sostenido que se pensó."

 

Y no se ha generado, enfatizó, porque se requiere atender todos los problemas de sobreendeudamiento mediante la necesaria corrección de los balances de las familias, de los bancos y de los gobiernos, y esto no se puede lograr con continuas acciones de estímulo fiscales y monetarias.

 

"Al contrario, el activismo fiscal y monetario ha generado incertidumbre en los mercados sobre la sostenibilidad de la efímera recuperación y ha hecho que lograr la respuesta deseable del sector privado en esos países, para que con su gasto de consumo e inversión carguen con el peso de la recuperación, sea hoy un desafío mucho más complejo de conquistar", apuntó.

 

Más aún, señaló que en Europa, con un proceso similar al de Estados Unidos, se hizo obvia la incongruencia entre un régimen cambiario plasmado en la unión monetaria y los problemas de solvencia fiscal y debilidad del sistema financiero.