Sistema fiscal de México, de los más débiles de AL (El Financiero 20/10/11)

Eduardo Jardón

Jueves, 20 de octubre de 2011

•Urge disciplina en el presupuesto: Coutiño.

•Congreso, impreparado para aprobar una reforma amplia.

•La segunda mejor opción, corrección estructural, dice.

Ante la ausencia de una reforma fiscal políticamente factible en el corto plazo, el gobierno debe adoptar una corrección estructural y disciplina en su presupuesto.

Así lo consideró Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics, en un reporte en el que señala que el sistema fiscal mexicano es uno de los más débiles de América Latina y dentro del grupo de países que conforman la OCDE.

En su opinión, el sistema político mexicano parece no estar preparado para aprobar una reforma fiscal amplia, como lo demuestra el continuo rechazo a cualquier propuesta en los últimos diez años.

"México ha demostrado dificultades políticas para aplicar una profunda reforma fiscal que aumente la recaudación y reduzca la dependencia de los ingresos petroleros", dijo Coutiño.

En su opinión, se ha perdido tiempo en la última década, el sistema fiscal sigue siendo ineficaz y ante el rechazo político a las reformas, la segunda mejor opción es la introducción de una corrección estructural.

Esa norma le permitiría a México reducir el nivel de riesgo país, darle un mayor poder a la política fiscal, y los medios para corregir automáticamente los desequilibrios. De hecho, apuntó, la política fiscal se debe utilizar para influir en el ciclo económico y no al revés.

Es decir, esta propuesta fiscal permitiría moderar el ciclo de la economía cuando supere su tasa potencial y debe estimular el crecimiento cuanto esté por debajo. Esto no sustituye la necesidad de una reforma fiscal, pero la hace menos urgente, ya que introduce una mayor disciplina estructural en el gasto.

Afectaciones

De acuerdo con el especialista, las finanzas públicas del país son determinadas en gran medida por la tasa de crecimiento económico esperado y por la estimación en el precio del petróleo.

Como resultado de esto, el presupuesto federal se ve afectado cuando ocurre un cambio significativo en cualquiera de estas dos variables, lo que lo hace volátil y sujeto a cortes inesperados cuando ocurren choques negativos en la economía, lo que agrava la crisis.

Con el equilibrio estructural implica que el nivel de gasto corresponda a un nivel de ingresos determinados por el Producto Interno Bruto (PIB) potencial, lo que resultará en un balance igual a cero.

Según el especialista, el crecimiento potencial de la economía no cambia en el corto plazo, ya que representa el estado de equilibrio de la actividad económica, por lo que los ingresos estructurales también crecerían a un ritmo constante.

De esta manera, indicó, los ingresos fiscales estarían aislados de la volatilidad del ciclo económico, y por lo tanto, proporcionaría estabilidad al gasto público.