Informalidad, eje rector del empleo (El Financiero 28/02/12)

Zenyazen Flores

Martes, 28 de febrero de 2012

En los últimos 11 años 3.6 millones de personas se sumaron a este sector.

Incapacidad de la industria para crear nuevos trabajos.

Boom de "chambas" mal pagadas u ocupaciones sin prestaciones.

· Caen en la economía informal 3.6 millones de mexicanos en 11 años

En los últimos 11 años, alrededor de tres millones 638 mil mexicanos se sumaron a la informalidad, debido a un crecimiento de 1.7 por ciento promedio de nuestra economía en la última década y a un aparato productivo incapaz de generar nuevos empleos formales, señalaron especialistas.

Sostienen que el engrosamiento del sector formal evidencia la precarización del trabajo, toda vez que los empleos competitivos que genera la industria han disminuido ante una incapacidad de absorción de la fuerza laboral, por lo que ahora esos mexicanos ocupan plazas sin prestaciones o "chambas" mal pagadas.

Se estima que en el año 2000 en la informalidad había diez millones 328 mil trabajadores, y en 2011 la cifra ascendió a 13 millones 966 mil, según los últimos datos dados a conocer por el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).

Especialistas del Tecnológico de Monterrey y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) coincidieron en que la informalidad es el reflejo de la "gran" precariedad del mercado laboral y de una conformidad de la industria por basar competitividad en la maquila y bajos salarios.

Norma Samaniego, de la UNAM, y José Luis de la Cruz, del Tecnológico de Monterrey, coincidieron en que la informalidad se ha consolidado como un eje rector de la ocupación en el país, y explica el porqué México no ha caído en altas tasas de desempleo abierto como en los países europeos.

En la mesa redonda "Empleo, informalidad y seguridad social", que se realizó en el marco de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), Samaniego explicó que "en nuestro país no hay un seguro de desempleo, como en España, por ejemplo, que pueda servir al desocupado como un respiro mientras busca trabajo.

"Los desempleados en México forzosamente trabajan al menos una hora a la semana para poder financiar su propia búsqueda de empleo."

Por separado, José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, indicó que otra cara de la informalidad es el crecimiento de los micronegocios sin establecimiento.

Con base en cifras del INEGI advirtió que en los últimos 11 años se sumaron a la economía cinco millones 484 mil micronegocios, de los cuales tres millones 134 mil no tienen un lugar fijo para desarrollar su actividad productiva.

"Hubo un momento en que la industria tuvo un boom, pero en los últimos 11 años se dio la llegada de tecnología en la industria y la planta laboral se contrajo, lo que implicó que ya no haya absorción de mano de obra."

Valor agregado

Berenice Ramírez, quien también participó en la mesa redonda de la FILPM, apuntó que es necesario que la industria mexicana salte hacia actividades que den mayor valor agregado a su producción, y que a la vez genere mayor calificación a la mano de obra nacional y propicie salarios remunerados.

Samaniego mencionó que ante la falta de oportunidades de empleo formal, los mexicanos desempleados han "inventado" sus propios trabajos dentro de la informalidad.

Ejemplo de ello son los llamados "viene, viene", que ante la alta demanda en esa "chamba", los gobiernos han tenido que "ordenar" a esos trabajadores y darles cierta formalidad.

De hecho, De la Cruz apuntó que de 2000 a 2011 los trabajadores por cuenta propia aumentaron alrededor de 18 por ciento, al pasar de nueve millones 104 mil a diez millones 754 mil, lo que equivale a un aumento de un millón 650 mil personas en esa condición laboral.

"La salida tomada por la población de enrolarse en trabajos de cuestionable calidad debilita las posibilidades del país para crecer con mayor vigor. Las razones son múltiples y van desde que los salarios percibidos en la informalidad son menores a los contabilizados durante las décadas pasadas, así como a que los trabajadores deben hacer frente a los gastos que antes eran proporcionados por la cobertura social generada mediante el empleo formal."