Inalcanzable, la canasta alimentaria (El Financiero 05/03/12)

Inalcanzable, la canasta alimentaria (El Financiero 05/03/12)

Zenyazen Flores

Lunes, 5 de marzo de 2012

Más de 50% de los trabajadores no puede adquirirla con sus percepciones.

Las mayores alzas en frijol, tortilla, huevo, pollo, azúcar y leche.

Retrocede 18.3% el ingreso per cápita en el último lustro.

 

· LA "POBREZA LABORAL" CRECE EN EL SEXENIO

La pobreza vinculada al mercado laboral ha ido en aumento en los últimos cinco años.

 

En ese periodo, más mexicanos tuvieron complicaciones para satisfacer sus necesidades básicas como alimentarse tres veces al día, pero también se vieron en aprietos cuando se trataba de pagar el transporte para ir al trabajo, comprar ropa y pagar los servicios de electricidad, agua y gas.

 

Al cuarto trimestre de 2011, el 50.8 por ciento de la población no pudo adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo, una cifra superior en 9 puntos porcentuales a la registrada para igual periodo de 2006, que era de alrededor de 41.8 por ciento, revela el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP).

 

El ingreso laboral per cápita real de los mexicanos retrocedió 18.3 por ciento en el último lustro y 4.5 por ciento en referencia a 2010, por lo que al cierre del año pasado el ingreso por persona se ubicó en mil 67 pesos mensuales, indican datos actualizados del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

 

Sin embargo, si se contabilizan los ingresos de los mexicanos utilizando la evolución de los precios de la canasta básica, la caída se profundiza, ya que en este caso el deterioro del ingreso en los últimos cinco años es de 24.6 por ciento y de 4.9 por ciento si se le compara con 2010.

 

En el tema de los alimentos, que es lo que primordialmente adquiere la gente más pobre, la pérdida acumulada del poder adquisitivo de los trabajadores es de 25 por ciento; en otras palabras, al cierre de 2011 su ingreso fue 75 por ciento de lo que era en 2006, apuntó José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey.

 

Tortilla, frijol, pan blanco, huevo, pollo, jitomate, azúcar, leche y aceite son productos de la canasta alimentaria de los cuales no puede prescindir una familia, pero son los que han registrado mayores alzas en su precio y, por lo tanto, los que más han impactado al salario, dijo Luis Lozano, del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM.

 

Tendencia

 

El Coneval define el ingreso laboral per cápita como el cociente del ingreso mensual por trabajo recibido por toda la población, dividido entre la población total.

 

Al cuarto trimestre de 2011, el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) se ubicó en 1.2014 puntos, esto es un aumento de 21 por ciento contra igual periodo de 2006, lo que evidencia una tendencia al alza en el número de personas que no pueden adquirir la canasta alimentaria con el ingreso por su trabajo.

 

En el análisis "Crecimiento y ocupación ¿soluciones al problema de pobreza en México?, De la Cruz plantea que el ITLP marca que el desfase entre salario, canasta alimentaria y poder adquisitivo se encuentra en los peores niveles desde el inicio de su medición (2005), superando incluso al registrado durante la crisis de 2009.

 

"La estabilidad económica no se ha traducido en un mayor bienestar para la población. De poco sirve que se preserve una estabilidad macroeconómica, y los aplausos que ello genera de las instituciones internacionales, sin que esa mejora llegue al bolsillo de los mexicanos, particularmente a aquellos que día a día trabajan por obtenerlo."

 

En tanto, el valor mensual de la línea de bienestar también se ha incrementado, debido a que es proporcional al alza en el precio de los productos de la canasta alimentaria.

 

Al respecto, el Coneval apunta que al cierre de 2011 la línea de bienestar rural se ubicó en mil 459.73 pesos, mientras que la línea de bienestar urbano se situó en dos mil 292.23 pesos.

 

Ello significa que con los 58.2 pesos correspondientes al salario mínimo promedio vigente en 2011, al menos 6.4 millones de personas que cuando mucho ganaban un minisalario, equivalente a mil 746 pesos mensuales, no alcanzaron a cubrir con su sueldo la línea de bienestar en las ciudades, una situación que, señala De la Cruz, es producto de que los empleos en las urbes también se han precarizado.