Mercados, escépticos sobre reestructura de deuda griega (El Financiero 12/03/12)

Mercados, escépticos sobre reestructura de deuda griega (El Financiero 12/03/12)

Clara Zepeda Hurtado

Lunes, 12 de marzo de 2012

Con "tácticas intimidantes", se logró la mayor quita de la historia.

Para Fitch y Moody's, Grecia cayó en default.

Resarcirán a tenedores con seguros CDS.

 

Tras la mayor reestructura de deuda de la historia, con tácticas "intimidantes" en Grecia, los riesgos mundiales aún no han terminado, afirmaron analistas económicos.

 

Grecia concluyó la reestructura de su deuda luego de la condonación de más de cien mil millones de euros, lo que abre la puerta para la implementación del segundo paquete de rescate por 130 mil millones de euros.

 

Los inversionistas con una tenencia de 85.8 por ciento de los bonos elegibles aceptaron participar en el intercambio de bonos.

 

El gobierno de Grecia planea activar las cláusulas de acción colectiva para forzar a otros inversionistas a aceptar los términos del intercambio, con lo que la participación en la reestructura de la deuda se elevaría a 95.7 por ciento del total.

 

Los tenedores privados tendrán que asumir una pérdida superior a 70 por ciento, considerando la tasa de los nuevos bonos que se pondrán en circulación desde este lunes.

 

Fitch Ratings rebajó de nuevo la calificación de la deuda griega hasta situarla en el nivel de "impago selectivo", como consecuencia del anuncio de que se procederá al proceso de rebaja de buena parte de la deuda del país mediterráneo.

 

Moody's consideró que Grecia cayó en default y mantuvo la calificación de la deuda soberana en C, la más baja que otorga.

 

La Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA, por sus siglas en inglés) calificó la reestructura helénica como un "evento de crédito", lo que permitirá a los inversionistas con seguros obtener un resarcimiento.

 

"Lo anterior significa que habrá un pago que totaliza cerca de tres mil 160 millones de euros a tenedores de seguros contra incumplimiento, mejor conocidos como Credit Default Swaps (CDS). Habrá que ver cuál es la respuesta hoy de los mercados a este anuncio que se realizó el viernes por la noche", aseveró Invex.

 

Poca credibilidad

 

En su reporte semanal, el área de análisis de la institución financiera describió que la deuda de Grecia sigue perdiendo valor y se cotiza después de la reestructura a una tasa de 14 por ciento a 30 años, lo cual denota la escasa credibilidad respecto a que esta operación selle de manera definitiva los problemas de Grecia para cumplir con sus compromisos.

 

Invex añadió que "con tácticas intimidantes, de tómalo o déjalo, se acordó la mayor quita de deuda de la historia por un monto de hasta 106 mil millones de euros. Los mercados respiraron al ver que la posibilidad de un riesgo sistémico que amenace al sector financiero parece diluirse".

 

Además, los mercados tienen miedo de que se eleven los costos en el mercado de bonos a raíz de esta reestructura, así como de un mal precedente para el concepto de activo libre de riesgo que ostentan los bonos soberanos.

 

Por el momento los mercados navegarían con calma, pero se ve difícil que no resurjan presiones en otros países también muy endeudados y con una viabilidad económica pobre.

 

Para Intercam Casa de Bolsa, el tema de Europa no está ni cerca de estar resuelto. Hacia delante ya se perfila España como un nuevo foco de nerviosismo; Portugal no se quedará atrás, y más importante será la inevitable discusión sobre los fondos de estabilización, su tamaño y sus reglas.

 

"Desde hace por lo menos un año los mercados han venido lidiando con dos preocupaciones sobre todo lo demás: una es la crisis de deuda de la zona euro, y la otra es el crecimiento económico global, básicamente a partir del desempeño de Estados Unidos y China, los dos principales motores del mundo."

 

Así, las tasas de crecimiento económico de distintos países y regiones comenzarán a inquietar.

 

China ve con preocupación un crecimiento que va a ser menor este año y a las autoridades les late el juego de relajar su política monetaria y mantener su moneda devaluada.

 

A los analistas les preocupa que las autoridades internacionales observen una debilidad económica que en los mercados, al menos a inicio del año, no está siendo reconocida.