Aumenta 4.28% la importación de granos en América Latina (El Financiero 05/06/12)

Aumenta 4.28% la importación de granos en América Latina (El Financiero 05/06/12)

Héctor A. Chávez Maya

Martes, 5 de junio de 2012

IICA recomienda incrementar la inversión y fortalecer la agricultura familiar.

 

A pesar de que la producción de alimentos en América Latina y el Caribe creció 2.62 por ciento en la última década, tasa mayor al crecimiento poblacional, que se ubicó en 1.23, la importación de granos en los países de la zona aumentó en 4.28 por ciento.

 

Un estudio elaborado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) señala que mientras las regiones Norte y Sur tienen prácticamente asegurada la disponibilidad de alimentos para su población, los demás grupos de países, sobre todo del el Caribe, presentan una elevada dependencia de las compras al exterior.

 

El organismo recomienda incrementar la inversión agrícola, estimular la investigación, el extensionismo y la transferencia de tecnología, fortalecer la agricultura familiar y de pequeña escala, y mejorar el acceso de los pequeños y medianos productores a los mercados.

 

Afirma que esos son elementos clave para incrementar la producción de alimentos, multiplicar los ingresos, generar empleos y paliar la pobreza.

 

El estudio, realizado a solicitud de la secretaría general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), advierte que la elevada dependencia en las importaciones para satisfacer la oferta doméstica de calorías, según ciertas posiciones, puede ser riesgosa; sin embargo, esta situación varía radicalmente según sea la región de que se trate.

 

Titulado "Situación de la seguridad alimentaria en las Américas", el informe será analizado en la 42 asamblea general de la OEA, en Cochabamba, Bolivia.

 

Advierte que el comportamiento volátil de los precios internacionales tiene un impacto relevante, pues afecta las decisiones de producción e inversión en el sector agrícola y, por lo tanto, la disponibilidad de alimentos. Durante la crisis de 2008, apunta, la volatilidad de los precios internacionales de alimentos, que eventualmente se transmite a los mercados domésticos, subió hasta 21 por ciento, aunque bajó a 13 por ciento entre enero de 2010 y febrero de 2012, lo que hace suponer un ambiente internacional de menor riesgo relativo.