Europa sigue siendo el principal foco de preocupación mundial (El Financiero 03/08/12)

Viernes, 3 de agosto de 2012

El sistema financiero internacional sigue presentando en Europa su principal fuente de preocupación, que no cesa pese a los esfuerzos que realizan los gobiernos que dominan la zona euro para calmar el nerviosismo de los mercados y establecer la senda del crecimiento.

Apenas hace unos días el Banco Central Europeo había dado un anuncio, que los mercados habían aceptado con optimismo y muchos analistas veían que por fin se estaban dando los pasos adecuados para detener la debacle europea. En efecto, aquellos pasos que todos quieren que los gobiernos den para corregir la avaricia que los mercados presentaron hasta colapsar la zona euro.

Durante muchos años se mantuvo el debate, en el sentido de dejar a los mercados trabajar prácticamente solos y con la menor regulación posible por parte de los gobiernos, ya que los niveles de crecimiento en el sistema financiero internacional eran muy altos y constantes, principalmente impulsados por EU y Europa.

Poco después vino la sorpresa. Ahora todos piden a los gobiernos las respuestas que antes les negaban, y más aún, le exigen acciones prontas y trillonarias para salvar a las economías. En esta lógica vemos con sorpresa cómo el fracaso del euro se debió al hecho de tratar de sostener un modelo que desde su origen presentaba un error de diseño.

Unir varias economías bajo la misma política monetaria y dejar que éstas manejaran sus propias políticas fiscales, las cuales son distintas entre sí, fue justamente el error de diseño de la zona europea respecto al euro.

Esta semana nos enteramos cómo la Agencia Europea de Estadística informó que el índice de desempleo en la zona euro alcanzó una tasa de 11.2 por ciento, el mayor desde que existe el euro. Este índice incluso es mayor a 1 por cierto que el registrado hace un año, cuando todos pensaban que la crisis financiera internacional estaba viendo su final e iniciaba la recuperación.

Si se descuentan los países que pertenecen a la unidad económica del euro, el indicador de desempleo para la Unión Europea (que no es la unión de la misma moneda, Inglaterra, por ejemplo, no pertenece al euro) es de 10 por ciento. El cálculo que se tiene es que más de 25 millones de personas en Europa carecen de empleo y de los cuales más de 17 millones pertenecen a la zona euro.

Con base en estos datos, la agencia europea estima que el nivel de desempleo europeo es el mayor desde 1995. Al menos sí se puede hablar del mayor número de personas sin empleo desde que se creó la zona de la moneda común. Esto se agrava cuando se analiza a Alemania, aquella que todos consideran el motor de Europa, ésa que se piensa es la que tiene en sus manos el rescate de todo el continente o la que no quiere rescatar a Grecia, España y Portugal.

El motor europeo presenta un desempleo cercano a 7 por ciento; es decir, tres millones de personas con posibilidades de trabajar no lo están haciendo, porque su economía no genera las fuentes de trabajo que se requieren.

Como se aprecia, toda Europa enfrenta el desempleo como la causa más evidente de su crisis, la cual no cede terreno y es la principal causa de la inestabilidad financiera internacional. También se percibe que Alemania no las trae todas consigo, lo que es más grave cuando todos piensan que está en ella la solución al problema europeo.

Sin embargo, esto no es todo. El caso de España es elocuente. Mientras se discute si este país requiere un rescate a su sistema bancario y de cajas de ahorro, y su gobierno lo acepta y desmiente al mismo tiempo, los españoles han comenzado a sacar mucho de sus ahorros de sus sistema financiero. Las agencias de información más importantes del mundo han señalado que la salida de capitales de España ha sumado los 160 mil millones de euros.

Que las personas en el país ibérico estén sacando considerables sumas de dinero de su sistema bancario y, en consecuencia, de su nación refleja una muy poca confianza en su economía. El desempleo y la confianza en la economía son quizás los dos indicadores más importantes de la salud de una economía. En ambos casos, Europa refleja claramente que las cosas no están bien, lo cual seguirá siendo el principal foco de preocupación en cuanto a la recuperación económica mundial.

Investigador. Profesor del Tec de Monterrey y de las universidades Panamericana e Iberoamericana Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida de \"spam bots\", necesita habilitar Javascript para poder verla.