Sin seguridad social, más de 31 millones de trabajadores (El Financiero 13/08/12)

(Zenyazen Flores) 

Lunes, 13 de agosto de 2012

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El aumento de la informalidad es la cara más visible de que a pesar del crecimiento económico la precarización del empleo no se detiene, y aunque hay una moderada baja en el desempleo, ésta se da en función de la propia integración de mexicanos al sector informal, señalan especialistas económicos.

Resaltan que solamente 17 millones de mexicanos cuentan con una fuente laboral que les proporciona acceso a la seguridad social, por lo que la mayoría, más de 31 millones, no cuenta con una prestación básica para su familia.

Norma Samaniego, especialista de la UNAM, y José Luis de la Cruz, del Tecnológico de Monterrey, coincidieron en que la informalidad se ha consolidado como un eje rector de la ocupación en México, lo que a su vez explica por que nuestro país no ha caído en altas tasas de desempleo abierto como en las naciones europeas.

"Hubo un momento en que la industria tuvo un boom", pero en los últimos 11 años en el aparato productivo, con la llegada de la tecnología en la industria, "la planta laboral se contrajo y en términos netos eso implicó que ya no haya absorción de mano de obra", mencionó Samaniego.

De la Cruz estimó que la precarización del empleo continuará durante el segundo semestre de 2012, ya que se prevé un escenario menos favorable debido al crecimiento económico que se dio al inicio del año, pues "tendremos condiciones de menor dinamismo en la actividad productiva y por tanto en la generación de empresas y empleos".

Señaló que "el empleo seguirá con la tendencia de precarización y es probable que la informalidad y la reducción de prestaciones sociales también se mantengan porque México ya empieza a resentir efectos de desaceleración industrial de Estados Unidos, y que va a acabar propiciando que al cierre 2012 el crecimiento económico sufra ajustes a la baja".

A lo anterior se le añade el incremento en la inflación, la cual ha subido impulsada por la elevación en los precios de los alimentos, "algo que exacerba la precariedad" en la que vive la población que recibe menos de dos salarios mínimos como pago por su trabajo.