Amplio potencial de remesas internas en México (Reforma 04/10/12)

Amplio potencial de remesas internas en México (Reforma 04/10/12)

Jeanette Leyva Reus

Jueves, 4 de octubre de 2012

Se transaccionan entre 60 mil y 90 mil mdp, según un informe.

Oaxaca, Chiapas y Veracruz, principales estados receptores.

En su mayor parte, operaciones son vía mecanismos informales.

 

El mercado de remesas nacionales en México tiene un amplio potencial para ofrecer más servicios financieros a las personas de menores ingresos, además de ser un negocio en el que se transaccionan entre 60 mil y 90 mil millones de pesos.

 

El estudio El mercado de remesas nacionales en México: Oportunidades y retos, presentado por el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), mostró que hay alrededor de 12 millones 713 mil 159 mexicanos que han migrado a diferentes estados del país que potencialmente podrían enviar remesas.

 

Pero sólo entre tres millones 178 mil 290 y cuatro millones 237 mil 720 personas son el mercado potencial de remitentes en México.

 

El monto potencial anual de esos envíos, que en promedio son de mil 230 pesos, puede ser de entre 60 y 91 mil millones de pesos, pues en su mayoría las transacciones efectuadas son por mecanismos informales.

 

Oaxaca, Chiapas y Veracruz son los tres principales estados receptores de recursos principalmente enviados desde el Distrito Federal y Nuevo León, explicó Jesús Cervantes, coordinador de Capacitación Estadística y del Programa de Principios Generales para los Mercados de Remesas en el Cemla.

 

En promedio, los remitentes de remesas efectúan 17 envíos al año; esto tiene un costo promedio de envió de 67.64 pesos, lo que implica que a las personas les cobran 5.5 por ciento por envío.

 

Envíos en efectivo

 

El volumen de mercado es de aproximadamente dos millones de envíos por mes, por lo que los ingresos para esta industria podrían sumar alrededor de mil 620 millones de pesos al año.

 

Para Guillermo Babatz, presidente de la CNBV, el principal reto es disminuir el uso del efectivo en estas operaciones e incentivar la utilización de medios electrónicos, para lo cual ya existen las bases legales y la tecnología para que los envíos al interior del país se hagan por medio del sistema financiero formal.

 

Javier Guzmán, director general del Cemla, consideró que las remesas internas tienen un papel importante en mejorar el nivel de vida de las familias que las reciben.

 

Los resultados del estudio, en el que participó la CNBV, el Cemla, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, mostraron que los principales corredores por donde transitan las remesas internas están determinados por los flujos que envían trabajadores desde el Distrito Federal a sus familias en Guerrero, Oaxaca y Puebla, y desde Nuevo León a los estados de San Luis Potosí y Veracruz.

 

Cervantes explicó que, al igual que con las remesas internacionales, los receptores de los recursos que se envían entre los estados son padres del remitente y la pareja, aunque las esposas reciben una mayor cantidad de dinero que los papás.

 

La encuesta arrojó que hasta ahora la población emisora de remesas nacionales ha tenido un acceso limitado al sistema financiero formal, pues aun cuando efectúan un gran número de operaciones, éstas las realizan principalmente en efectivo.

 

Sin embargo, alrededor de 36 por ciento de los remitentes de remesas nacionales tiene la disposición para dejar de usar las transferencias en efectivo.