Continúa el proceso de desindustrialización (El Financiero 30/10/12)

Continúa el proceso de desindustrialización (El Financiero 30/10/12)

Isabel Becerril

Martes, 30 de octubre de 2012

Urge fortalecer los sectores productivos estratégicos: Alacero.

 

La próxima administración debe establecer una política económica encaminada a fortalecer los sectores productivos estratégicos para México, porque de no hacerlo el país seguirá en el proceso de desindustrialización y los productos chinos continuarán adueñándose del mercado local, con grandes efectos negativos para la nación.

 

Asimismo, la Asociación Latinoamericana de Acero (Alacero) alerta que por cada punto porcentual que aumentan las compras a México se da una reducción de 0.125 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), lo que se traduce en casi 17 mil millones de pesos.

 

Y por cada punto porcentual que aumentan nuestras importaciones de artículos chinos en el mercado mexicano se dejan de generar tres mil empleos.

 

En un estudio explica que si se considera que en 2011 las compras a China se elevaron en 6.6 mil millones de dólares (83 mil millones de pesos), podría considerarse que ello se tradujo en 43.6 mil trabajos formales que no se crearon.

 

Por cada punto porcentual que suben las importaciones ocurre una caída de 246 patrones registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que tan sólo en 2011 implicó la baja de tres mil 581.

 

En el análisis realizado por José Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey campus Estado de México, se destaca que los cambios estructurales aplicados por el gobierno mexicano durante los ochenta y noventa no han tenido una incidencia positiva para el aparato productivo y la sociedad en general, porque la liberalización comercial no fue acompañada de la construcción de los encadenamientos productivos necesarios, la innovación tecnológica suficiente y las economías de escala esperadas.

 

Limitantes

 

El problema de la desindustrialización es "el telón de fondo", porque la falta de un programa de desarrollo industrial limita el progreso de la nación.

 

Además, ese proceso de desmantelamiento fabril en un país es un elemento crítico para la consecución de niveles superiores de crecimiento económico, fundamentalmente porque no impulsa la competitividad, la productividad y la generación de empleo.

 

En el estudio, presentado por Raúl Gutiérrez, presidente de Alacero, en el marco del 53 Congreso de la Asociación, en Santiago de Chile, se expone que es evidente que México no ha logrado cumplir con la condicionante de elevar su nivel de productividad a un ritmo similar al alcanzado por otros países.

 

Realmente la evolución de la productividad laboral mostró un retroceso durante la primera parte de la década de los noventa, y sólo en el nuevo milenio ha conseguido establecer una modesta senda de crecimiento.

 

En el caso de la competitividad ocurre algo aún más inquietante, y es lo que se refiere a una pérdida de posiciones a nivel mundial en ese renglón, lo que constituye una debilidad estructural de la economía mexicana.

 

Hay una implicación negativa para los fundamentos del modelo de crecimiento basado en la apertura comercial, la desregulación y la privatización.

 

Bajo la política económica aplicada, las empresas privadas no han logrado incrementar su productividad y competitividad, por lo que no son capaces de enfrentar el desafío global y difícilmente pueden establecerse como el mecanismo para elevar el bienestar de la población.