Pide Europa aplazar Basilea III (Reforma 26/11/12)

Pide Europa aplazar Basilea III (Reforma 26/11/12)

El calendario prevé la entrada en vigor el 1 de enero de 2013 para todos los bancos de los grandes países

Por AFP

París Francia (26 noviembre 2012).-   Los bancos europeos pidieron al comisario europeo encargado de los servicios financieros, Michel Barnier, que aplace un año el inicio del calendario de aplicación del nuevo marco reglamentario llamado Basilea III, tras un aplazamiento en Estados Unidos.

 

"Os pido (a la Comisión, a los Estados y al Parlamento) tomar en cuenta el problema de equidad que supone la decisión de Estados Unidos y (...) contemplar un aplazamiento de la entrada en vigor de (la directiva) CRD IV a 1 de enero de 2014", escribió el presidente de la Federación Bancaria Europea (EBF), Christian Clausen, en un correo dirigido a Barnier y del que la AFP obtuvo una copia.

 

Las tres instancias negocian actualmente el contenido definitivo de la directiva CRD IV, que retoma el marco Basilea III. Siguen afirmando que se encontrará un acuerdo de aquí a finales del año.

 

El calendario general fijado por el Comité de Basilea prevé una entrada en vigor progresiva a partir del 1 de enero de 2013, en teoría válida para el conjunto de los bancos de los grandes países del mundo.

 

"Les ruego que estudien la posibilidad de un enfoque similar al de Estados Unidos, que integra implicaciones prácticas de la puesta en conformidad a las nuevas reglas y fija un calendario realista de entrada en vigor para los bancos europeos", pide Clausen.

 

Las autoridades de supervisión estadounidenses anunciaron el 9 de noviembre el aplazamiento sine die del calendario de aplicación de Basilea III.

 

Para justificar su decisión, la Reserva Federal estadounidense informó sobre la preocupación de numerosos establecimientos bancarios en cuanto a la estricta aplicación de un nuevo marco reglamentario a partir de principios de 2013, como previsto inicialmente, cuando no estarían lo suficientemente preparadas.

 

"Estamos muy preocupados por las posibles repercusiones que la última declaración de las autoridades estadounidenses podrían tener sobre la competitividad de los bancos europeos", escribe Clausen.