Aguda, la fragmentación de la tierra (El Financiero 14/01/13)

Aguda, la fragmentación de la tierra (El Financiero 14/01/13)

Héctor A. Chávez Maya

Lunes, 14 de enero de 2013

De 4 millones de unidades de producción, sólo 4.2% recibe crédito.

 

La pulverización y fragmentación de la tierra se ha agudizado en los últimos años, lo que ha provocado que en el sector rural no se alcancen las economías de escala requeridas para el acceso al financiamiento, la asesoría técnica y las inversiones, convirtiéndose en áreas de baja rentabilidad y productividad, consideraron investigadores.

 

Basados en el último Censo Agrícola y Ganadero, de las cuatro millones 67 mil unidades de producción con actividad agropecuaria y forestal, sólo 4.2 por ciento recibe crédito, con lo que se debilita el papel del financiamiento como una de las palancas del desarrollo.

 

Cifras del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados indican que en México sólo 6 por ciento de los productores son iguales o mejores que los de cualquier parte del mundo con acceso a tecnología y financiamiento, y que prácticamente tienen resuelto el problema.

 

A su vez, el 18 por ciento está en un nivel intermedio y puede subir al nivel superior si tiene acceso a tecnología y financiamiento.

 

Sin embargo, 76 por ciento de los productores son de autoconsumo y quedarían excluidos del crédito porque no tienen excedentes, no generan recursos adicionales para poder pagar.

 

Por otra parte, la penetración de la banca comercial es limitada en el campo, pues aunque ha crecido en los últimos años, hay muchas zonas o productores que no son sujetos de crédito.

 

De ahí que son necesarios mejores mecanismos para los minifundios, ya que alrededor de 70 por ciento de las unidades de producción son de cinco hectáreas o menos, y 50 por ciento es menor a dos hectáreas.

 

Palanca

 

Para Manuel Robles Berlanga, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, es necesario que la banca de desarrollo se concentre en apalancar las actividades no sólo agropecuarias, sino forestales y pesqueras, pues hasta el año pasado se estuvieron colocando, en el mejor de los casos, en actividades de transformación de los productos primarios o en el financiamiento de los proyectos industriales o de servicios, que no necesariamente involucran al sector rural.

 

"Es momento de recuperar la política de financiamiento en nuevas condiciones, como tasas competitivas, financiamiento a agricultores pequeños y medianos, pero con cero tolerancia a carteras vencidas. Eso permitirá el desarrollo del sector."

 

José Luis Calva Téllez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, consideró que la canalización de un volumen adecuado de crédito fresco al sector agropecuario, que incluya tasas preferenciales para los pequeños productores, acompañado de asistencia técnica y compromisos de desempeño productivo, solucionaría el problema de la escasez de capital de trabajo en el sector agropecuario y pesquero.

 

Sin embargo, aclaró que el crédito agropecuario debe ir acompañado de un programa de aseguramiento preferentemente con apoyos fiscales a las primas de seguro y apoyando preferentemente los fondos de autoaseguramiento de organizaciones de productores.

 

Manuel Ángel Gómez Cruz, investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, advirtió que la instrumentación de esquemas de apoyo, crédito y financiamiento no sólo debe dar acceso a nuevas tecnologías que permitan enfrentar el proceso de transición, sino a la integración de mayor valor agregado a los productos, y que no sólo se comercialicen como materia prima