Grandes bancos mexicanos, en posición de adoptar Basilea III (El Financiero 08/02/13)

Grandes bancos mexicanos, en posición de adoptar Basilea III (El Financiero 08/02/13)

Jeanette Leyva Reus

Viernes, 8 de febrero de 2013

Cumplir la nueva regulación, reto de pequeños.

No todos tienen un nivel de capital tan robusto: García (Fitch).

Intermediarios en el país, un paso adelante de los brasileños, dice.

 

Los grandes bancos comerciales mexicanos han registrado niveles de capitalización por encima de 15 por ciento desde 2007, lo que les ha permitido adoptar las normas más estrictas en materia de capitalización de Basilea III.

 

Sin embargo, no todos los bancos son iguales, pues los de menor tamaño no tienen un nivel de capital tan robusto para cumplir con el acuerdo de capital que entró en vigor en enero de 2013, y será un reto mayor para ellos.

 

Alejandro García, director de Instituciones Financieras de Fitch Ratings, explicó durante una conferencia telefónica que México se convirtió en el primer país de América Latina en aplicar las normas de Basilea III, antes incluso que Brasil.

 

"Los bancos están bien posicionados para hacer frente también al crecimiento esperado, siempre que su capital siga siendo sólido, pero como cualquier otra cifra, no todos los bancos son iguales y hay algunos que no tienen un capital tan robusto.

 

"Hay diversos bancos medianos y pequeños que tienen sólidas métricas de capital, pero sin duda más estrechas que las de los bancos más grandes y sólidos."

 

Un aspecto positivo es que los reguladores mexicanos han definido el tratamiento de los híbridos en la estructura de capital, por lo que están un paso adelante de los bancos brasileños, comentó el especialista desde Nueva York.

 

"Salvo en contados casos, una reducción en el nivel de capitalización derivada del crecimiento, y en los índices razonables, no detonaría una perspectiva negativa, al menos durante 2013."

 

Éste será un año de transición para los bancos de menor tamaño, pues si bien no tienen un problema de solvencia, adoptar las nuevas medidas de Basilea III "será todo un reto mayor".

 

Según García, "es factible que para los bancos de menor tamaño y con bases de capital más estrechas, éste resulte un año de crecimiento por debajo de lo que será el sistema, por lo que representará un año de transición para ellos".

 

En el análisis realizado sobre la banca en México, los especialistas de Fitch explicaron que las filiales de los bancos extranjeros se fondean independientemente de su matriz, por lo que dada su fortaleza y amplia base de capital, no se estiman necesidades de inyección de capital en el mediano plazo.

 

En México, el robusto ambiente regulatorio actúa como una efectiva herramienta para evitar un traslado desproporcional de fondos desde las subsidiarias a sus casas matrices.

 

"Todas las subsidiarias en México son rentables para sus casas matrices y se desempeñan en el segmento de negocios que los bancos globales quieren estar", señaló García.

 

Freno en crecimiento

 

Aparte, Juan Sherwell, director de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, coincidió en que los bancos de menor tamaño tendrán un freno en su crecimiento en este año, debido a los mayores requerimientos de capital que deberán cumplir.

 

En su opinión, debido al bajo nivel de financiamiento que otorga la banca, el efecto de la aplicación de Basilea III no será mayor.

 

"La realidad es que los bancos mexicanos tienen niveles de capitalización por encima de lo que requiere la ley; los más pequeños sufrirán en el corto plazo para cumplir, lo que frenará su crecimiento en este año."

 

Por su parte, García explicó que en el lado negativo, los bancos mexicanos aún dependen de una base de depósitos de plazo muy corto, lo que puede ser un reto para financiar la futura expansión de préstamos individuales, dada la naturaleza de estos créditos.

 

También podría limitar la posibilidad de ampliar la oferta de productos de mayor plazo como las hipotecas.

 

Los bancos más pequeños y menos diversificados, estimó, podrían enfrentar retos en términos de fondeo, liquidez y solvencia, aunque es poco probable que esto tenga un impacto sobre el sistema bancario mexicano.