Difícil, que Pemex pueda solo avanzar en aguas profundas (El Financiero 06/04/08)

Esther Arzate

Martes, 6 de mayo de 2008

Le llevaría 200 años ejecutar proyectos: George Baker.

EU perfora más de 70 pozos al año con el apoyo de 100 empresas.

Logra producción de 1.5 millones de barriles diarios.

A Estados Unidos le llevó 20 años desarrollar pozos petroleros en aguas profundas, por lo que si México pretende incursionar en esos campos con Petróleos Mexicanos (Pemex) como única compañía, fracasará en el esfuerzo, consideró el director de la firma México Energy Intelligence, George Baker.

Señaló que la perforación de entre 70 y cien pozos por año en yacimientos localizados en aguas profundas en Estados Unidos requiere inversiones por cien millones de dólares, en promedio, y que en general participan alrededor de cien empresas para lograr una producción promedio de 1.5 millones de barriles al día. Por eso sostuvo que "México puede hacer lo mismo, pero no con una sola empresa petrolera".

Estimó que al ritmo actual de tres pozos perforados en aguas profundas, a Pemex le llevaría 200 años ejecutar proyectos de perforación.

Refirió que en el proyecto de reforma petrolera que envió el presidente Felipe Calderón al Senado de la República, señala que Pemex necesita herramientas para multiplicar su capacidad de gestión de proyectos y tecnología de vanguardia. Sin embargo, aseveró que esa problemática no la va a resolver la paraestatal con "su grupito de aliados estratégicos como Statoil, Petrobras y otras empresas", toda vez que los retos son mayúsculos.

Señaló que, de acuerdo con Pemex y la administración de Felipe Calderón, el futuro de la producción de petróleo mexicano radica en la exploración de áreas en aguas profundas del Golfo de México, de ahí la necesidad de adquirir tecnología y capacidad de exploración y producción en ese tipo de yacimientos.

La ironía, opinó, es que aun cuando la paraestatal sea capaz de adoptar toda la tecnología disponible, convirtiéndose en una enorme bolsa de compras, no sería suficiente porque necesita la colaboración de otras empresas.

Señaló que la administración federal está preocupada por los 30 mil millones de barriles equivalentes de petróleo estimados en aguas profundas del Golfo de México, de ahí que manifieste la intención de negociar un tratado para permitir el desarrollo conjunto en las fronteras compartidas con Estados Unidos y Cuba, a fin de no perder los hidrocarburos.

Su idea de desarrollo conjunto es correcta, afirmó, pero no sólo para yacimientos transfronterizos. Debe aplicarse a los campos petrolíferos mexicanos de toda la frontera marítima mexicana.

No se trata, insistió, de una asociación estratégica de Pemex con una o dos empresas, sino de que la paraestatal mexicana opere como competencia de docenas de empresas petroleras.

Cuestionado sobre las expectativas del debate para la reforma energética que iniciará la próxima semana, el consultor opinó que se trata de una estrategia extralegislativa que utilizan los opositores al proyecto de ley para mantener la atención de los medios y por tanto de la opinión pública.

Consideró innecesario ese ejercicio para el debate de ideas sobre el diagnóstico y soluciones para la industria petrolera de México, porque el país lleva discutiendo el tema cuando menos diez años, y dijo que los legisladores no deben esperar un encuentro de esa naturaleza para escuchar a los ciudadanos, sino mantener una constante comunicación con ellos para conocer sus puntos de vista y necesidades.

En Estados Unidos, refirió, un senador recibe cientos de cartas de los ciudadanos cada año y hay equipos especiales para atender la correspondencia, mensajes electrónicos y llamadas telefónicas, lo cual no ocurre con los legisladores mexicanos, citó.