Reformas al sistema financiero (El Financiero 22/04/13)

Reformas al sistema financiero (El Financiero 22/04/13)

Dolores Padierna Luna

Lunes, 22 de abril de 2013

La principal función del sistema financiero es captar recursos de los que tienen dinero y canalizarlos, vía créditos, a los que los necesitan para adquirir bienes o para invertirlos en proyectos productivos.

 

En esta intermediación desempeñan un papel preponderante las tasas de interés: la "pasiva", que es la que el intermediario paga a los propietarios del dinero, y la "activa", que es la que cobra el intermediario a los acreditados.

 

La diferencia entre la tasa activa y la pasiva es el margen de intermediación, equivalente a la utilidad del intermediario.

 

En el sistema financiero mexicano se ha dado preponderancia al margen de intermediación, con el propósito de que los intermediarios operen con buenos niveles de rentabilidad.

 

En 2012, la tasa promedio de captación de la banca comercial (tasa pasiva) fue de 3.4 por ciento y la tasa promedio al que prestó (tasa activa) fue de 8.8 por ciento. La banca comercial argumenta que las limitaciones para otorgar crédito obedece a la insuficiente captación de recursos; sin embargo, ello se debe a que los bancos pagan bajísimas tasas por los ahorros. En 2012, las tasas pasivas fueron de 2.6 por ciento, si se considera la inflación, que fue de 4.1 por ciento, el rendimiento es negativo.

 

Este enorme margen de intermediación le ha permitido a la banca comercial operar con muy buenos resultados financieros para sus propietarios. Adicionalmente, la banca comercial ha puesto en práctica el cobro de altas comisiones y tarifas, por los diversos servicios que presta.

 

Los buenos resultados financieros de la banca comercial contrastan con la limitada participación que tiene como promotor del desarrollo; es decir, como proveedor de crédito a la economía. En 2012, el saldo de los créditos otorgados por la banca comercial equivalió a 20.4 por ciento del PIB y aunque este porcentaje ha aumentado en los últimos años, la banca de desarrollo desempaña un papel más limitado que la banca comercial, ya que sólo otorgó créditos por el equivalente a 3.1 por ciento del PIB, en 2012 y su participación ha aumentado muy poco en los últimos años.

 

La insuficiencia de crédito de la banca comercial y de desarrollo, ha propiciado que el sector privado recurra a fuentes alternas de financiamiento. En 2012, 38.3 por ciento del endeudamiento del sector privado provino de la banca y 62.7 por ciento de fuentes alternas.

 

Adicionalmente, en 2012 las inversiones de mexicanos en carteras extranjeras ascendieron a 155 mil 587 millones de dólares, que al tipo de cambio de ese año corresponden a dos billones 48 mil millones de pesos, 13.2 por ciento del PIB.

 

Si se suma la captación de la banca comercial, los títulos de deuda y las inversiones de mexicanos en el exterior, da un total de 11 billones 620 mil millones de pesos de recursos disponibles para el crédito, equivalentes a 75 por ciento del PIB, cantidad suficiente para apoyar de manera adecuada el desarrollo económico del país.

 

Queda la interrogante de qué proporción de estos enormes recursos contribuyen efectivamente al desarrollo del país. La evaluación de este importante aspecto es una asignatura pendiente de las instituciones reguladoras del sistema financiero, que se han concentrado en asegurar la "salud" del mismo, entendida como la minimización de riesgos y la maximización de las utilidades de las empresas que participan en el sector.

 

Una parte importante de estos recursos se los apropian el gobierno y las grandes empresas, que además de la emisión de títulos de deuda, cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, en donde tienen otra importante fuente de financiamiento.

 

Por todo lo anterior, se pude concluir que los problemas de financiamiento del desarrollo no se deben a la escasez de recursos, sino en las deficiencias con que opera el sistema financiero, por lo que se requiere de un cambio de fondo que permita utilizar de mejor manera los recursos disponibles en beneficio de la mayoría de los mexicanos y no de una minoría privilegiada.

 

Entre los cambios que requiere el sistema financiero se pueden mencionar los siguientes:

 

1) Hacer más atractivo para los ahorradores el depósito de sus recursos en la banca comercial, a través de tasas pasivas positivas (por arriba de la inflación), con el objetivo de incrementar la captación de recursos.

 

2) Disminución de los costos de comisiones y tarifas por el uso de servicios financieros.

 

3) Reducción del diferencial entre tasas activas y pasivas, principalmente para el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas.

 

4) Fortalecimiento de la banca de desarrollo, incrementando sustancialmente su capacidad de financiamiento de las actividades económicas prioritarias para el desarrollo del país.

 

5) Restituir la capacidad de la banca de desarrollo para operar como banco de primer piso, para atender directamente a la pequeña y mediana empresa.

 

6) Desincentivar las inversiones financieras especulativas, mediante la aplicación de un impuesto de control a las transacciones bursátiles.

   

La autora es senadora de la República y secretaria general del PRD