FAO: urgen políticas públicas para trabajadoras agrícolas (El Financiero 09/08/13)

FAO: urgen políticas públicas para trabajadoras agrícolas (El Financiero 09/08/13)

Héctor A. Chávez Maya

Viernes, 9 de agosto de 2013

El porcentaje de mujeres rurales mayores de 15 años que no tiene ingresos propios puede alcanzar hasta 70 por ciento en algunos países, por lo que urgen políticas específicas para las trabajadoras agrícolas no remuneradas, señaló la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

 

De acuerdo con el organismo internacional este sector constituye un universo invisible y sin apoyo directo, a pesar de que son más numerosas que las trabajadoras remuneradas y al hecho de que su aporte productivo y a la seguridad alimentaria es fundamental.

 

En promedio, en América Latina y el Caribe 56 por ciento de las mujeres rurales mayores de 15 años se registra como población inactiva. Sin embargo, según las encuestas de uso del tiempo, al menos 50 por ciento en México producen alimentos para el consumo de sus familias.

 

De acuerdo con un estudio de la FAO, 82 por ciento de las mujeres agrícolas no remuneradas vive en hogares cuyos ingresos provienen exclusivamente de la actividad agrícola, un 14 por ciento en hogares mixtos, 3 en no agrícolas y 1 por ciento restante en hogares que dependen de transferencias del Estado o remesas.

 

Por ello, señala la necesidad de promover el acceso a la tierra, al agua y otros activos, así como a crédito y asistencia técnica, en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres, así como facilitar el acceso de las mujeres familiares a los instrumentos de apoyo del Estado, aún cuando no sean ellas las propietarias de la explotación.

 

Al respecto, Rocío Miranda Pérez, Presidenta Nacional de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, urgió al gobierno federal y al Congreso de la Unión a detener la discriminación hacia más de 11.1 millones de indígenas que viven en pobreza multidimensional, en su mayoría mujeres.

 

En vísperas del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, alertó sobre el riesgo de extinción de más de 21 lenguas indígenas como resultado de la creciente migración, el racismo, la pérdida de usos y costumbres, así como la desvalorización entre los pueblos originarios.