La recesión de Estados Unidos afecta las remesas a México (El Financiero 29/05/08)

Jueves, 29 de mayo de 2008

En países de incertidumbre económica y política, los trabajadores tienden a emigrar a otras naciones en busca de nuevas y mejores oportunidades. En muchos casos, parte de los ingresos obtenidos en el exterior son enviados a familiares que permanecen en el país de origen. A esta transferencia de dinero se le conoce como remesas.

El Banco de México es la institución encargada de contabilizar el monto de las remesas que ingresan al país, las cuales se registran en la balanza de pagos en dos partidas: remesas familiares, en el renglón transferencias, y otros en el renglón de servicios factoriales.

El medir de manera exacta los flujos de dinero en efectivo de las remesas es muy complejo, no existe aún una forma exacta; el dinero llega en cantidades irregulares, viene en cheques de caja, cheques personales, dinero en efectivo enviado con parientes o amigos, y ahorros que trae el mismo emigrante.

Las compañías que se dedican a las transferencias electrónicas son casas de cambio y bancos principalmente, y la información sobre las remesas la proporciona el Banco de México; así, con todo esto, es más directo conocer la cifra de remesas.

Se calcula que el 80 por ciento de quienes envían remesas a México lo hacen con regularidad; en promedio 10 veces al año y con un monto promedio por envío que oscila entre 320 y 350 dólares, según estimaciones del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin). El Banco de México informó que al menos dos terceras partes de los que envían dólares ganan entre mil y dos mil dólares al mes.

El emigrar se ha convertido en un factor de mucha importancia para la economía de México, porque genera ingresos a millones de familias en forma de remesas. Los ingresos recibidos de la migración son una fuente de recursos tanto en áreas rurales como urbanas, impulsando principalmente el gasto corriente.

Las remesas son la segunda fuente de divisas del país; en primer lugar están los ingresos por las exportaciones de petróleo y en tercero la Inversión Extranjera Directa.

Muchos emigrantes mexicanos en Estados Unidos, que se dedicaban al sector de la agricultura, se pasaron a la construcción, porque empezó a levantarse el sector inmobiliario, haciendo que mucho más mexicanos se fueran a dicho país a trabajar en este sector para mandar mayores ingresos a sus familias.

Para 2008, la cantidad de remesas ha ido disminuyendo, ya que después de un monto de 3,487.05 millones de dólares entre enero y febrero de 2007, pasó a 3,390.74 millones para los mismos meses de 2008, de acuerdo con cifras del Banco de México.

Esto se debe a la crisis económica por la que está pasando Estados Unidos, que surgió del mercado inmobiliario, ocasionando que se perdieran 39 mil empleos del sector de la construcción donde trabajan la mayoría de los emigrantes mexicanos, informo el Departamento del Trabajo.

Otra de las causas del descenso de las remesas son las medidas que Estados Unidos está aplicando para los emigrantes que quieren trabajar en ese país: la construcción de una valla y el fortalecimiento de un programa encaminado a la identificación de personas que usan documentos falsos. Las empresas tendrán que despedir a los trabajadores con documentos apócrifos, o enfrentarán severas multas y hasta cargos criminales.

A partir del 31 de enero de 2008, el gobierno exige el uso del pasaporte para todo viajero con destino a Estados Unidos y procedentes de Canadá, México y el Caribe. El gobierno impondrá una multa de tres mil dólares a los indocumentados que desobedezcan las órdenes de deportación voluntaria.

Todas estas medidas implican la ejecución reforzada de las leyes actuales e incluyen la mayor utilización de programas de verificación electrónica para determinar la elegibilidad del empleo, así como penas severas para personas que acepten a trabajadores indocumentados.

De esta manera se observa que hacen falta acuerdos migratorios que ayuden a los mexicanos que cruzan la frontera para poder dar una mejor vida a sus familias.

Todo esto ha traído como consecuencia que las remesas de Estados Unidos a México hayan ido cayendo, afectando el consumo y la economía mexicana.

La recesión en la Unión Americana afecta a los emigrantes que trabajan en es país y a las familias que reciben el dinero para poder sustentarse; se calcula que 11 millones de mexicanos viven en esa nación.

Los cinco países que en 2007 recibieron más remesas de sus emigrados fueron la India (27 mil millones de dólares); China (25 mil 700 millones); México (25 mil millones); Filipinas (17 mil millones) y Francia (12 mil 500 millones dólares).

Así, México ocupa el tercer lugar en el mundo en recibir más remesas en ese año. Con esto las remesas sumaron la cifra récord de 25 mil millones de dólares, 1.0 por ciento más que en 2006.

Mientras que en enero de 2008, las remesas cayeron 6.0 por ciento al registrar un monto de mil 600 millones de dólares, en comparación con los mil 800 millones del mismo mes del año pasado.

El gobierno debe hacer algo para que no afecte a la economía de las familias de los emigrantes, la disminución de las remesas; una opción sería aumentar las inversiones públicas para generar fuentes de empleos; otra opción sería que los gobiernos y las empresas que dan los servicios de transferencia apliquen medidas que faciliten el flujo de los recursos hacia México; es decir, que sean mas transparentes y que disminuyan los costos y aumente el servicio de los bancos para las familias que reciben el dinero.

Elaborado por Anabell Trejo Branch, alumna adscrita al Programa Vértice de la Universidad Anáhuac México Sur, y dirigido por Mtra. Rodica Simón Sauri.