Vacían migrantes pueblo zacatecano (Reforma 20/11/13)

Gerardo Romo / Corresponsal

Zacatecas,  México (20 noviembre 2013).- En los últimos tres años, al menos 45 de 58 municipios de Zacatecas se han convertido en pueblos "fantasma" debido al alto nivel de migración de sus comunidades.

 "Aquí ya nomás estamos los ancianos", dice Vidal, un viejo ex bracero que vive en la soledad de la Colonia Hidalgo en el municipio de Villanueva, con una veintena de personas.

 "Ya nomás queda ver pasar el tiempo, uno como viejo sólo vive del pasado, porque de presente no queda nada".

 En los 45 municipios afectados por este fenómeno suman alrededor de mil 400 comunidades en abandono.

 El Alcalde Miguel Torres sintetiza la realidad de su tierra.

 "En comunidades como Paloma, La Junta de los Ríos la Colonia Morelos e Hidalgo y El Tigre, se ha ido el 80 por ciento de la población, hoy en día hay 20 personas, en su mayoría ancianos y uno o dos niños", dice.

 El Alcalde de Mezquital del Oro, Humberto Salas, aseguró que el municipio lejos de crecer se está quedando solo, de 5 mil habitantes ahora sólo hay 2 mil.

 "Si no tenemos la capacidad con fuentes de empleo de retener a los matrimonios jóvenes no vamos a sentar las bases para crecer ni poder detener a la gente para que no emigre de las 15 comunidades que tenemos", agrega.

 Incluso, en Mezquital del Oro por la migración cerraron escuelas, como es el caso de la comunidad La Coronilla en donde hace seis años tenían 70 alumnos y ahorita hay cuatro familias.

 "En el Temazcal, una escuela en donde había sólo tres maestros y que tenía 80 alumnos se quedó con 10", señaló.

 Rigoberto Castañeda, director del Instituto Estatal de Migración, asegura que el fenómeno va a la baja por el reforzamiento de la seguridad fronteriza impulsada por el Presidente Barak Obama y la crisis de aquel País.

 Rodolfo García Zamora, director del Centro de Estudios para el Desarrollo, lamenta que hoy los migrantes carguen el fracaso del proyecto del sueño americano junto con el de una errática política gubernamental de desarrollo que no pudo evitar su éxodo.

Añora vida de antaño

 Doña Celia rebasa los 70 años y cinco de sus seis hijos se fueron a Estados Unidos para no volver.

 "Es muy triste ver cómo el pueblo se quedó solo, mis hijos quieren que me vaya con ellos, pero yo prefiero quedarme aquí".

 La mujer añora la vida de hace 40 años en su pueblo cuando todo era fiesta y alegría, cuando había gente.

 "Antes era todo muy rústico, muy pobres, pero era muy bonito", asegura.