Beijing, a 20 años del milagro (Reforma 31/08/15)

Beijing, a 20 años del milagro (Reforma 31/08/15)

 

 

Por Jorge Arturo Padilla

 

Beijing China (31 agosto 2015).-   El sostenido crecimiento económico de 7 por ciento en promedio en las últimas dos décadas ha transformado a Beijing, el corazón político de China.

 

Hace 20 años, la explanada de la estación de ferrocarriles de Beijing albergaba a miles de campesinos que habían sido autorizados por el Gobierno para buscar trabajo en la ciudad.

 

La gente abarrotada en esta plaza vestía con el tradicional estilo "Mao".

 

Ahora, esa misma plaza está saturada de miles de personas que corren presurosas para llegar a su casa o trabajo vestidos totalmente al estilo occidental y con un celular de última generación en la mano.

 

En 1995, las calles de Beijing estaban prácticamente dominadas por las bicicletas que ahora han sido sustituidas por autos de todas las marcas disponibles en el mundo pero con una particular preferencia por Volkswagen y Audi.

 

La gente de Beijing se ha vuelto más cosmopolita; hace 20 años la presencia de un extranjero causaba una enorme curiosidad y ahora es otra persona más que camina por sus anchas e impecables calles.

 

Las nuevas generaciones muestran una enorme diferencia con la de sus padres y más con la de sus abuelos.

 

Su actuar ha cambiado radicalmente en el ámbito social. En los noventas prácticamente no se podía caminar en las calles sin que alguien escupiera en el suelo a cada paso que se daba. Esta práctica es menos frecuente.

 

Los menores de 2 años siempre tenían su pantalón cortado en la parte trasera para que pudieran defecar en la calle. Los pañales eran un producto demasiado caro para adquirir y era la forma más económica para evitar su gasto. Esto ya es parte de la historia.

 

Visitar Beijing era extremadamente complicado para un extranjero hace dos décadas. El Partido Comunista China liberó recientemente la prohibición para que los turistas extranjeros visiten el país sin estar vigilado por una empresa de turismo autorizada.

 

Antes se tenía que llegar a un hotel autorizado por el Gobierno que tenía una calidad muy inferior a unos precios elevados. Si se veía un hotel más elegante y a un precio mucho más económico, el gerente del hotel hacía la seña de que estaba lleno cuando en realidad no podían aceptar al turista.

 

Los boletos de entrada para los sitios más visitados como la Muralla China o la Ciudad Prohibida costaban más de 10 veces lo que pagaba un chino.

 

Pero ahora cada vez se puede apreciar menos el Beijing cerrado al mundo y que fue abierto por

Deng Xiaoping. Los llamados Hutongs, o barrios, han sido prácticamente borrados por edificios de hasta 80 pisos.

 

Este es el Beijing al que tanto le ha apostado el Gobierno chino luego de ser sede de uno de los más exitosos Juegos Olímpicos y que actualmente alberga el Mundial de Atletismo y próximamente los Juegos Olímpicos de Invierno.

 

Beijing nunca duerme, todos los días trabaja hasta el punto de que muchos bancos están abiertos los domingos. Esa energía que contrasta con ciudades como París en donde incluso está prohibido que los comercios abran ese día porque el argumento es que se debe estar con la familia.

 

A este ritmo, será interesante ver qué se escribirá de Beijing en 20 años, porque estimaciones de analistas como Zhang Weiwei, aseguran que China será la potencia económica indisputada del Siglo XXI, teniendo como capital del mundo a Beijing

 

 

 

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