Reclaman obreros fórmulas reales para superar la crisis económica (El Financiero 09/02/09)

Reclaman obreros fórmulas reales para superar la crisis económica (El Financiero 09/02/09)

(Mariana Otero-Briz) 

Lunes, 9 de febrero de 2009

La crisis económica no debe socializarse. El gobierno federal tiene que buscar nuevas opciones para que la clase obrera no sea la que nuevamente cargue con todo el peso de la situación y se repitan las fórmulas del pasado, que sólo profundizaron la mala distribución de la riqueza, señaló el Frente Sindical Mexicano (FSM).

 

En un análisis, esta agrupación de 32 organizaciones de trabajadores señala que los asalariados del país no son los responsables de la crisis económica, por lo que mantener la política de contención salarial sólo frena las posibilidades de las familias mexicanas de aspirar a una mejor calidad de vida.

 

Critica los programas anticíclicos anunciados por la administración calderonista, al considerarlos como una réplica de las medidas aplicadas a mediados de la década de los noventa, cuando sólo se consiguió profundizar la desigualdad social y la pobreza de la mayoría de los mexicanos.

 

"A palos de ciego, sin propuestas nuevas, de fondo, eficaces, y bajo la reproducción de fórmulas rancias, el gobierno federal se niega a reconocer que el modelo económico que ha sostenido a ultranza durante las últimas tres décadas es un fracaso."

 

Para el FSM, el incremento al salario mínimo para 2009 se enmarca en las acciones tendentes a cargar el peso de la crisis a la clase trabajadora, pues el alza de 2.21 pesos constituye otra herramienta para continuar con el deterioro del poder adquisitivo, que de 1982 a la fecha acumula una merma de 82.17 por ciento.

 

En ese sentido afirma que los esfuerzos por elevar la competitividad, la productividad y promover el desarrollo económico son estériles si el capital humano permanece sumido en la miseria y la falta de oportunidades. Apunta que el llamado a evitar el catastrofismo es una invitación para que los trabajadores migren "a la mágica tierra de la nutrición fantástica, donde sólo se necesita pensar positivo para alimentar, vestir y educar a nuestros hijos".