México está lejos de solucionar la crisis fiscal que se avecina (El Financiero 11/08/09)

Clara Zepeda Hurtado

Martes, 11 de agosto de 2009

Pocas posibilidades de una reforma ante la coyuntura económica y política.

Al salir de la recesión, la economía regresará a su crecimiento inercial.

Para 2010 se repetirán fórmulas: recortes al gasto y alza en tarifas.

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A raíz de que el momento político y económico es poco propicio para avanzar en una solución estructural al problema fiscal en México, alargar la salida sólo acentúa los rezagos económicos y atiza el descontento social.

Después de que haya pasado la crisis internacional, la economía mexicana seguirá su trayecto "inercial" de crecimiento, esperanzada en el "jalón" que le proporcione Estados Unidos, pero con rezagos más marcados.

Si bien México seguirá "sobreviviendo", los márgenes de acción en materia económica, financiera y social se reducen cada vez más, evidenciando los rezagos del país.

César Castro, director de Análisis Económico de Capem Oxford Economic Forecasting, aseveró que los tiempos para reformas en México no son los adecuados por la marcada recesión económica y por las épocas políticas, por lo que el país está atado de manos y respondiendo con las mismas herramientas para salir del problema en el corto plazo:

Recorte de gasto y aumento de precios administrados, sobre todo, eliminando subsidios.

"El paquete presupuestal será austero y los precios del sector público aumentarán; esa será la forma de afrontar el problema de menores ingresos presupuestales para 2010.

"Asimismo, el precio del petróleo desempeñará un papel importante, dependerá del rango al que se determine para que le pueda dar un margen de maniobra a la presente administración."

Fórmula repetida

Rafael Camarena, analista económico de Santander, añadió que el gobierno del presidente Felipe Calderón tomará la misma estrategia que ha seguido durante todo su mandato:

Proponer reformas políticamente viables con cierto grado de sensatez económica, pero de ninguna manera se espera un cambio radical sobre el marco fiscal existente.

La actitud conservadora del gobierno, consideró Castro, es un reflejo de que le interesan más los equilibrios macroeconómicos que la competitividad del país.

"Mantener el equilibrio fiscal es sano, siempre y cuando no se corte el gasto de inversión, en la capacidad de crecimiento a futuro de México; no obstante, esa inversión caerá ante esa actitud conservadora", dijo el analista de Capem.

Especialistas de Bursamétrica Management afirmaron que se reduce el margen de maniobra entre inflación o crecimiento, sobre todo cuando la necesidad de crecer se incrementa.

"Se requieren acciones prontas para estimular la actividad productiva del país y, con ello, evitar un mayor deterioro del mercado laboral.

"Pero, al mismo tiempo, es imprescindible controlar los efectos que puedan generar un aumento de precios públicos, con el fin de mejorar la situación de las finanzas públicas", explicó Bursamétrica.

Lo posible

En la discusión fiscal, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) no estará sobre la mesa, advirtió Camarena, aunque el gobierno podría estar considerando la idea de la introducción de este gravamen sobre canastas de diferentes productos.

Por ejemplo, con un argumento de salud pública se podrían estar gravando productos considerados como comida "chatarra", a fin de disminuir los índices de obesidad en la población, detalló Santander.

Las discusiones presupuestales se antojan difíciles, dada la nueva conformación de la Cámara de Diputados, encargada de aprobar el Presupuesto de Egresos.

Si bien una verdadera reforma fiscal recaudatoria es una carga política para 2012, el auténtico problema es que se acentúan los problemas (crecimiento, empleo y pobreza) y se aumenta el descontento social, advirtió César Castro.